1. La caída de Elena


    Fecha: 28/06/2023, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... boca o mis humildes tetas.
    
    - Está bien, usaré lo disponible.
    
    - Pues si me permite el señor, debo ir al baño para hacerme una lavativa en el ano ya que llevo en mis intestinos el esperma del ginecólogo que se cobra así los servicios que presta a mi Amo por examinar a sus esclavas.
    
    - Espera quiero ver tu ano. Quiero ver su dilatación, abrirlo y ver la afloración del semen.
    
    - Como quiera el señor. Y, enrojeciendo por la humillación más si cabe, se dio la vuelta ofreciendo su culo para el examen.
    
    En el ano llevaba insertado un tapaculos de goma de grueso calibre. Se lo retiré y, efectivamente comenzó a destilar un viscoso líquido negruzco, sin duda por la mezcla con sus excrementos.
    
    - Venga zorra, ve a asearte, pero como eres una guarra que te llevas por ahí los fluídos de cualquiera, te voy a vigilar.
    
    - Su vergüenza y bochorno debió alcanzar límites extremos cuando ante mi vista debió sentarse en la taza del retrete, defecar y soltar pedos, para ver bien lo cual me agaché, limpiarse en el bidet y colocarse una lavativa en el recto. Cuando pasó del rojo subido de la vergüenza a la palidez y sudoración del efecto de la irrigación de los intestinos le impedí sentarse otra vez en el retrete para evacuar, y le dije que se colocase a cuatro patas en la bañera para que yo pudiese observar la evacuación. Allí soltó el esperado chorro sucio ante mi atenta mirada y seguidamente se duchó, se perfumó discretamente y por último se aplicó una crema en el orificio ...
    ... posterior.
    
    - Señor, ya estoy lista para el uso.
    
    - Bien, vamos al salón y llama a tu marido para que observe.
    
    - ¡ Cariño, el señor quiere que contemples como me utiliza, ven al salón !
    
    - Ven cornudo, voy a follar a tu mujer delante de ti. ¿ Te gusta ?
    
    - Si señor, me gusta que mi familia y yo sirvamos al placer del Amo y al de quien él designe como usuarios de nuestros cuerpos.
    
    - Tu sabes que cuando erais libres yo estaba enamorado de tu mujer y ella de mi y que me rechazó para que no fueses cornudo.
    
    - No señor, ahora me entero.
    
    - Pues mira ahora como esta furcia te pone una gran cornamenta no por amor, sino por haber sido codiciosos.
    
    - Señor, ya llevo una gran y agradable cornamenta desde que sirvo a mi Amo, y me alegra mucho que usted se tome esta expansión con mi esposa porque el Amo será feliz cuando le contemos la causa. Seguramente castigará a mi esposa por su negligencia, pero estará encantado de haber compartido a su esclava en los términos que su reglamento establece.
    
    - Bueno puta, ponte en posición para sodomizarte.
    
    Elena se colocó en pie apoyando las manos sobre la mesa del salón, ante lo cual su marido intervino.
    
    - Cariño, te recuerdo que tu obligación es informar al señor de que tu cuerpo está disponible para más cosas que el acto sexual y de que, en este caso debes preguntarle qué posición le agrada más.
    
    - Señor, le informo que si lo desea puede utilizar mi cuerpo para satisfacer otras aficiones que usted tenga: Me puede flagelar y ...
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