Conociendo a Juanita
Fecha: 28/06/2023,
Categorías:
Hetero
Autor: Ber, Fuente: CuentoRelatos
... quedé con el otro.
–Vamos a la terraza –sugirió ella y yo asentí dando un sorbo al vaso. Ella inició la marcha en dirección a la terraza yo la seguí– ¿Te gusta la cola? –preguntó volteando justamente cuando yo miraba su trasero y se me atoró el trago, provocándome una severa tos– ¡¿Qué pasó?! –me preguntó asustada.
–Nada, me confundí – dije después de toser otra vez–…de camino en la garganta –precisé, limpiándome con el pañuelo, pero en mi mente seguía la imagen de su soberbio culo y el sabor al refresco, que era a lo que seguramente ella hacía referencia y yo pensaba que había descubierto mi mirada libidinosa.
–¿Y qué te ha impedido no tener a alguien? –pregunte con franca impertinencia una vez que nos sentamos a conversar.
–Varias cosas, pero contesta primero las razones por las que no tienes a quién colmar de regalos, caricias, besos y… todo lo demás –exigió con la misma arrogancia que yo lo hice, lo cual me agradó mucho pues no se trataba de alguien que se intimidara: exigía y daba trato igual, por lo que accedí a responder primero.
–Tenía, pero me dejó porque le dije que no podía cumplir sus expectativas.
–Bueno, ¿las de ella eran tan altas y fuera de lugar para ti?
–En realidad no; es más, fue una broma el haberme negado y se fue sin dejarme aclararlo. No la busqué porque reflexioné en que los problemas podrían crecer enormemente mientras avanzara nuestra unión. No me arrepiento y tomo el acontecimiento que nos distanció como una admonición de esa ...
... relación, que por cierto no tenía mayor relevancia que otras en el pasado. Y antes que preguntes qué solicitó y cuál fue la broma, te toca contestar a mi pregunta –dije como si se tratara de una contestación a un juego de ping-pong.
Juanita intentó empezar a contestar, pero se mostró dubitativa y me lazó una pregunta: “¿Tomas alcohol?”, a lo que contesté afirmativamente, sospechando que odiaba a los alcohólicos, “¿Vino?” preguntó inmediatamente después de mi afirmación y volví a asentir. “Entonces, te invito a mi casa, porque éste no es un lugar donde deba contestarte”, dijo poniéndose de pie, quedando su culo a la altura de mi cara cuando, volteada se inclinó para tomar su bolso y no pude evitar un suspiro antes de ponerme de pie, lo cual fue tan rápido que aunado a la erección inmediata que tuve rocé sus nalgas como si hubiese tratado de hacer un movimiento descarado. Inmediatamente me disculpé, pero ella volteó despacio, se fijó en la rigidez que ostentosamente aún tenía mi miembro y con el rostro enrojecido y subiendo el tono de voz me aclaró lo siguiente.
–A ver, fui clara en que no me parecía este un lugar adecuado para contestarte, por ello te invité a charlar en mi casa. De ninguna manera tenía otra intención que platicar, pero parece que tú buscas otra cosa. Mejor lo dejamos así –me recriminó tomando su teléfono para pedir un taxi.
Al darme cuenta de lo que produjo mi torpeza y la lascivia que me provocaron sus nalgas tan cerca de mí, jalé su mano suavemente ...