Las apuestas se pagan
Fecha: 01/07/2023,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Fd, Fuente: CuentoRelatos
... que pude justo cuando iba a tirar, y le susurre, ya casi soy tuyo, después de eso, tiro…
Lo falló la dejó cerca de la buchaca junto a la bola ocho.
En este punto sonreí, sabía que tanto mi perfume –siempre mi aroma la ha puesto nerviosa– como mi cercanía la turbarían, pero lo que en realidad la distrajo fue el saber que ya estaba en la bolsa el premio.
—ya perdiste Miranda
—Pero Fede a mi solo me queda una bola
—Si, pero ya perdiste para ganar hay que meter la ocho, sabes te fui señalando el camino de las bolas que deberías meter y tú caíste en la trampa, primero debiste destapar la bola más difícil, pero apuntaste a las que yo te iba diciendo ahora vas a perder el juego.
Ella dejó de sonreír –al parecer en verdad quería follarme con esa cosa y Jonathan quería a Moni para él–, ya solo miro como empezaba a meter las bolas en las buchacas, fui tiro a tiro metiendo cada una en su lugar, al final un tiro de tres barandas para meter la bola ocho que entró lentamente en la buchaca, ya solo quedaba cobrar la apuesta. Todos en nuestro interior, en nuestras más íntimas fantasías, estábamos emocionados por meter mano a Miranda, por verla desnuda, tiene un cuerpo hermoso y todos queríamos verlo al natural sin nada de ropa, todos queríamos ver cómo disfrutaba, y hoy sería ese día… Me acerque a ella y pegué mi pecho en su espalda, sentí el aroma de su pelo en mi rostro, después de aspirarlo los aparte con mi mano para poder besar su lóbulo, siempre me gusta hacer eso, ...
... lamer su oreja y susurrar lo bien que se ve y lo mucho que disfruto al follarla, tiene un efecto mmmm, mi mano bajo directo a su parte más privada, así sin tapujos de ninguna índole, la metí por debajo de su falda mientras ella sumía un poco su abdomen para darme un acceso más fácil, estaba disfrutando sentir como se tensaba, sentir como se ponía en modo sumiso para darme permiso de hacer lo que me viniera en gana, su pertenencia en ese momento era hacia mí, mientras su pareja nos miraba, saber que todos en la sala querían estar en mí lugar, era un plus que me prendía cabron, en realidad todos los presentes lo disfrutábamos, sentir su vello púbico enredarse en mis dedos, su humedad era evidente, cuando metí mi mano por debajo de su tanga, mis dedos la sintieron apenas tocar la suave y fina tela que cubría su sexo, hice a un lado la tanga y suavemente empecé a mover mi dedo de forma circular sobre su clítoris… En su oído le decía lo mucho que la disfrutaba, lo mucho que anhelaba ganar la apuesta para poder follarla a mi antojo, para poder poner mis manos y quemarle a base caricias su piel, a la vista de todos, en especial quería que Jonathan lo viera, que él supiera lo grato que resultaba tenerla así como estaba, entregada a mí, le dije en el oído lo mucho que iba a disfrutar ella también –ella solo podía gemir un poco ante mis caricias, pero con las palabras le brillaban los ojos de una manera peculiar, loa quería, parecía que le excita a sobremanera sentirse expuesta, saberse ...