Las apuestas se pagan
Fecha: 01/07/2023,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Fd, Fuente: CuentoRelatos
... el centro de atención, saber que cada uno de los ahí reunidos querían follarla–, mis dedos siguieron masajeando, presionando un poco y luego otra vez los movimientos circulares, mientras mi boca hablaba, con esa combinación sus piernas rápido empezaron a doblarse un poco, a moverse sin control aparente, sus caderas se pegaron en mi falo y comenzaron a frotarse en el, estaba tan caliente que en un par de minutos se corrió por primera vez, con un grito ahogado, quiso moverse, quitarse de ahí, buscar mi boca con la suya, pero con mi mano libre la detuve en su sitio, no la deje moverse, con mi mano libre la apreté fuerte contra mi para evitar sus movimientos, solo deje de presionar cuando ella entendió que no se podía mover, que ella era mi premio, que ese era mi juego, un juego en el que ambos éramos ganadores, en el que todos los presentes ganaríamos…
Continúe los movimientos circulares de mis dedos sobre su ya sensible clítoris, de reojo vi que algunas de las demás parejas ya estaban también empezando con sus caricias subidas de tono mientras nos miraban… cuando alcanzó un segundo orgasmo, tal vez era el momento de tomarla, de hacerla mía y de cobrar mi apuesta, pero yo me detuve, saqué mis dedos mojados de ella y le día probar su sabor, metí uno en mi boca y después le arranqué la blusa, sus tetas quedaron a la vista de todos, un par de tetas bien formadas estaban ahí moviéndose por el movimiento brusco que le di, el color oscuro de sus pezones quedó a la vista de ...
... todos, siempre me ha gustado su color, tomé uno con mi boca y mordí sobre ella, su pezón recibió mis dientes, Miranda gimió un poco, sentí como Jack se arrimaba a nosotros y comenzaba a tocar el pecho libre, luego llegó Miguel, y así uno a uno fue tocando a Miranda, hubo un momento que los siete pasamos las manos y lenguas por su piel, alguna de las chicas no aguanto las ganas y también le acarició su humedad provocando nuevas convulsiones en sus piernas, pero nadie la follo, ese gusto sería mío, por lo menos en primera instancia… enrosque su falda hasta su cintura, la empuje sobre la mesa y su trasero quedó expuesto para todos, vulnerable, listo para ser tomado, que linda visión nos ofreció, mi mano se estampó en su trasero, su figura quedó pintada en el, y mis dedos hormigueaban por el del golpe, recibió un par de nalgadas también por parte de Román y enseguida tome un aceite y un preservativo del tazón, puse un poco de lubricante en sus labios –no porque lo ocupara, más bien quería que ella sintiera el contraste de su humedad con el calor del aceite– y me puse el preservativo, me dirigí a ella decidido, le acaricie las nalgas antes de darles un beso, arrime mi falo a su sexo, me clavé de un solo golpe, lo más profundo que pude, ella soltó un gritito de placer. Vi como Mónica fue por otro preservativo y camino hacia Jonathan que estaba sentado en el sillón en primera fila, viendo como su mujer gozaba de lo lindo mientras yo la follaba, cuando llego a él Mónica sacó su miembro ...