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Los ojos de mi vecina
Fecha: 10/07/2023, Categorías: Infidelidad Autor: Dark knight, Fuente: CuentoRelatos
... un momento bastante erótico. - Rubén, necesitas que te ayude con… La pregunta quedó en el aire porque justo en ese momento tocaron el timbre de la puerta. Ana se alejó de ahí para abrir la puerta y encontró al inoportuno plomero que había llegado finalmente a romper ese mágico momento entre ambos. De mala gana, me levanté del fregadero y le expliqué al muchacho moreno y delgado que se identificó como el plomero, lo que había descubierto acerca de la fuga. Obviamente, mi otro descubrimiento me lo guardé para mí. Una vez que el plomero se hubiera puesto a trabajar, le acepté el refresco que me había vuelto a ofrecer y platicamos un poco acerca de nosotros. Le platiqué brevemente de mi divorcio, de mi hijo en la Universidad, de mi línea de trabajo y alguna que otra cosa no demasiado trascendental. Ella a su vez, me comentó que tenía 6 años de casada, no tenían hijos aún, se habían movido a la ciudad hacía apenas seis meses gracias a una oportunidad laboral que se le había presentado a su esposo pero que aún tenía que ir de forma regular a liderar un proyecto que había quedado inconcluso en su otra plaza. Entre plática y plática, la observé con mayor detenimiento, sus bonitos ojos, la piel clara que hacía un contraste muy bello con su cabello oscuro, su figura delgada pero bien torneada que se lograba apreciar a través de esa ropa tan casual. Era una mujer bonita sin llegar a ser demasiado bella, y sonreía con los ojos cuando se daba la oportunidad. - ¿Te puedo ...
... preguntar algo? – Le dije, ya salvado el escollo del tuteo entre ambos. - Dime, si puedo te contestaré. – Me contestó sonriente aún. - ¿Cuál fue esa experiencia que tuviste con aquel plomero? – Dije bajando la voz y volteando a ver hacia la cocina a sabiendas de que el plomero no nos podía escuchar acá en la sala donde nos hallábamos. Ana titubeó un poco y su cara reflejó el disgusto que le provocaba aquella imagen que se presentó en su mente. - Hmm, fue algo muy desagradable para mí. Hace tres años, ya estaba casada… - Si te incomoda, no tienes qué platicarlo. Descuida. La mujer dudó por un breve instante y al final decidió continuar. - Era una situación similar. Teníamos una fuga en la regadera que goteaba día y noche. Era desquiciante porque el tic-tac-toc era constante. Mi esposo me dijo que llamara a un plomero porque él estaba muy ocupado así que lo hice. El señor se dedicó a hacer su trabajo, muy serio y todo. Nada fuera de lo normal. - Y luego ¿qué pasó? – Inquirí intrigado por el rumbo de aquella historia y temiendo lo peor. - Cuando terminó de arreglar todo y le pagué, me pidió que si podía utilizar mi baño y yo accedí. Pasaron los minutos y aquel señor no salía. Lo llamé un par de veces sin respuesta y me asusté que le hubiera pasado algo dentro del baño. Después de la segunda vez que le llamaba decidí abrir la puerta… - Ana hizo un mohín de disgusto al llegar a esta parte de la historia. - ¿En serio? Y ¿qué viste? - El señor estaba de ...