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Y nos hicimos Novios - 4. Provocando a la Bestia.
Fecha: 15/07/2023, Categorías: Erotismo y Amor Autor: dsxlmxdo, Fuente: RelatosEróticos
... me tenía completamente descontrolado sintiendo como refregaba su paquete una y otra vez contra mi cola. En ese momento era una mujer, no era Esteban. Mis nalgas y mis muslos eran los de una mujer. Me había enfocado tanto en entender a las mujeres que yo me había convertido en una. Era una niña de 12 años completamente sola en su casa a punto de ser corrompida por un moreno fornido y mayor. Y él lo sabía. Estábamos en muto acuerdo de que esto es lo que ambos queríamos. Estaba completamente loca de deseo. Y él también. Ya no podía disimularlo, cada vez que sentía su respiración en mi nuca, otra descarga de adrenalina bajaba por mi espalda, lo excitaba, y él seguía respirando. Su excitación me excitaba y la mía lo excitaba a él. Era inevitable. -es tu primera vez verdad? Yo te ayudaré. Y como un hombre que lleva a la mujer al matadero, así fue que me llevaba a mí para mi propia cama. Me tomaba de la mano como si fuera su novia. -quítate la ropa. Me ordenó una vez estando frente a la cama. Yo apenas estaba tomando fuerzas para tocarme el short y bajármelo. Era una decisión difícil e importante la que estaba a punto de tomar. Él no esperó tanto y me bajó el short con todo y calzón luego me empujó para la cama. Yo, cayendo completamente boca abajo. Una vez estando en la cama boca abajo ya no estaba tan excitado como antes. Sólo escuchaba que hacía lo posible para quitarse el cinturón. Pensaba en la chica que me gustaba en clases y me arrepentí de lo que estaba pasando. ...
... Entonces me levanté e intente subirme el short mientras le decía lo que estaba pasando. - creo que esto no está bien... Fue lo único que alcancé a decir antes que él me terminará de bajar los calzones hasta los talones y me volviera empujar para la cama. Se puso encima de mí para que no me pudiera volver a levantar mientras se desabrochaba el cinturón. Entonces entendí que no había marcha atrás. A pesar que mi miedo había vencido a la excitación, ya sólo me quedaba esperar que pasara. Y esa sensación amarga quedó allí plasmada. Yo había provocado a la bestia. Ahora tenía que dejar que comiera mi carne. Era justo eso lo que estaba pasando ahora. Maritza me había hecho sentir una sensación amarga por haber estado con otro muchacho de la empresa. Pero ya había provocado a la bestia. Ya sólo tenía que dejar que pasará. Maritza había aceptado perdonarme y seguir conmigo. Quién era yo para decir lo contrario? No podía ir directo al grano y preguntarle a Maritza si lo que había pasado era verdad. En cambio hice como en todas mis relaciones y le di permiso para estar con otros hombres. Ya que, después de todo, "son oportunidades que tendría así no tuviera nada conmigo" y no podía dejar que la desaprovechase. Para demostrarle que no estaba molesto decidí salir ese fin de semana con ella a un centro comercial para comprarle algún regalo. En una de esa que ya estábamos en un piso alto me pide que la espere sentado frente un lugar dónde íbamos a comer. Ella buscaría al guardia ...