MI PRIMERA VEZ
Fecha: 17/07/2023,
Categorías:
Hetero
Autor: ababol61, Fuente: RelatosEróticos
Comencé a trabajar en 1977 en el bar de un amigo. Tenía 16 años y fue el año de la gran huelga de hostelería en Zaragoza.
Vivía con mi hermana y su marido en un gran piso que compartían con Isidro, un amigo de la infancia, y su novia Edith, una muñequita francesa de 19 años, bailarina en la discoteca donde trabajaba Isidro. Era un ballet al estilo del Moulin Rouge de París, con las chicas semidesnudas.
La relación de Isidro y Edith siempre me pareció extraña, pues ni él hablaba francés, ni ella español, así que mi cuñado o yo mismo, que dominábamos el idioma, les hacíamos de intérpretes ocasionales.
Como digo, fue el año de la gran huelga de hostelería que hizo que bares, restaurantes, hoteles y discotecas donde los sindicatos tenían una fuerte implantación cerrasen sus puertas durante varias semanas. Isidro pertenecía al comité de huelga de su sindicato, así que aunque no acudía al trabajo, pasaba los días en reuniones sindicales, dejando a Edith sola en casa. Sus compañeras habían vuelto a Francia, y ella no conocía a nadie en la ciudad salvo a nosotros, así que se creó una cierta complicidad que se traducía en salidas a enseñarle la ciudad, instruirla en el idioma y, en definitiva, en hacernos amigos.
Yo la había visto muchas veces desnuda en la discoteca mientras bailaba, y a pesar de mis 16 años no la veía como algo sexual. Era muy guapa, pero era sobre todo mi amiga.
Hasta una mañana que regresé a casa a por algo que había olvidado...
Era temprano y ...
... pensé que estaría durmiendo, así que entré sin hacer ruido y al dirigirme a mi habitación salió de improviso del cuarto de baño y chocamos, cayendo los dos al suelo hechos un ovillo. Intentando levantarme mis manos tocaron sus pechos y nuestras bocas chocaron en una especia de "piquito".
Nos levantamos y la vi frente a mí totalmente desnuda, con solo una toalla en la cabeza, el agua resbalando todavía por su cuerpo... ¡¡¡Qué belleza!!! No la había visto íntegramente desnuda nunca, y el recortado vello de su pubis atraía mi mirada de forma hipnótica. Me puse como un tomate y me encerré en mi cuarto avergonzado.
Aunque de manera fortuita, era la primera vez que había tocado a una mujer desnuda y me excité sobremanera. No me atrevía a salir de mi habitación por miedo a encontrármela, cuando unos golpes en la puerta me sobresaltaron...
"¿Puedo entrar?", preguntó asomando la cabeza. Asentí y sin atreverme a mirarla a los ojos le dije que se sentara en una silla. Me disculpé mil veces y ella no hacía más que reírse... "Pero si no ha pasado nada...", decía, mientras me cogía la cara y me obligaba a levantar la vista hacia su bello rostro. Pero mi mirada se dirigía inexorablemente más abajo...
Vestía una bata corta anudada con un cinturón que se abría ante mí mostrándome sus preciosos pechos coronados con una areola color chocolate que no podía dejar de mirar, como si fuese la primera vez que las veía.
La situación no pasó desapercibida a Edith, que me preguntó si quería ...