Antonio, mi vecino favorito
Fecha: 17/07/2023,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Ifigenia, Fuente: CuentoRelatos
Todo empezó cuando por fin conseguí el trabajo que quería, era perfecto; excelente sueldo, en una empresa reconocida, buen ambiente laboral, estable y con buenas prestaciones, solo que era en una ciudad lejana de donde estaban todos mis conocidos y a la cual nunca había ido, ni por equivocación.
En ese entonces el cambio lo vi como una oportunidad para alejarme de ciertas personas, y por ciertas personas me refiero a mi ex, hacia un par de semanas que habíamos terminado cuando me llegó la noticia de mi trabajo soñado. Como se imaginarán, la dicha no fue completa gracias a él y a mi querida prima (casi mi hermana), que un buen día los encontré follando en MI cama, como si en toda la maldita ciudad no hubiera otro lugar para "hacer de las suyas". Claro, ese día hubo gritos, llantos, reclamos, reproches y también, la célebre frase: -No es lo que parece.
-¿No es lo que parece? Tienes la verga en el culo de mi prima, bien en el fondo, y ella gime como perra en celo. Entonces, ¿Que mierda es?
Gracias a Dios tuvieron la sensatez de quedarse callados y largarse de allí.
Así que esa oportunidad era lo que estaba esperando, para poner la mayor distancia posible entre esos imbéciles y yo. Me necesitaban lo antes posible por lo que no los hice esperar, empaque un par de maletas con lo justo y mi mamá quedó de enviarme el resto de las cosas.
Me alojé en un hotel cerca al trabajo, todos fueron muy amables e incluso varios me daban información de casas y departamentos para ...
... arrendar, mi jefe me dio el sábado libre para que pudiera buscar tranquilamente en donde vivir, encontré un departamento tranquilo, a 15 minutos del trabajo y a buen precio.
La semana siguiente me dediqué a trabajar arduamente y finalizar el papeleo para poder irme a mi nueva casa. Cuando llego la noche del viernes ya me estaba mudando, solo fue hasta el sábado por la noche que pude terminar de organizar todo, así que decidí darme un baño bien merecido. Justo cuando salí de la ducha escuché que golpeaban mi puerta, así, en toalla como estaba fui a abrir, me encontré con un domiciliario desorientado y con las manos totalmente llenas de paquetes preguntándome por el Señor Antonio, naturalmente le dije que allí no vivía ningún Antonio, que estaba equivocado, a lo que respondió haciendo malabares con los paquetes para poder confirmar a que departamento tenía que ir. Me dijo que efectivamente se había equivocado, que era en el departamento de al lado, se disculpó y se retiró torpemente, dejando caer un paquete tras de si, y como yo soy buena gente y a veces tonta, salí al pasillo para recogerlo y entregárselo, dado que él ni siquiera se había fijado de que se había caído.
Cuando me agache a recogerlo escucho como detrás de mí se cierra mi puerta. Lance una maldición que estoy segura se escuchó en todo el edificio, me pare rápidamente e intente, en vano, abrir la puerta. Mientras tanto, ya el domiciliario había tocado en la puerta del vecino, él había salido y estaba viendo mi ...