1. Confesiones de medianoche


    Fecha: 27/07/2023, Categorías: Lesbianas Autor: Erothic, Fuente: CuentoRelatos

    ... podía sentir su corazón palpitando junto al mío, su piel ardiente abrazándome, casi quemándome, obligándome a abrirme de piernas a ella, quien me restregaba su coño por todo lo largo del mío, como queriéndose meter mi clítoris erecto entro de ella. Gozando y haciéndome gozar, meneando las caderas, follando como amantes maritales, mientras nos besábamos y besábamos la concha de Dani, quien a su vez, se estremecía con nuestras bocas jugando en sus inflamado coño, mojándose cada vez más, sin dejarnos más opción que sorber de su esencia femenina, compartiéndola una con la otra.
    
    Entonces notamos algo inusual, un cambio en la respiración de Daniela nos indicaba que estaría a punto de venirse. Sus gemidos se intensificaban, meneaba la cintura con extrema sensualidad, estrechándose cada vez más a nuestros labios que no dejaban de devorar sus carnosidades lubricadas e hinchadas, lamiendo sus labios, chupando su clítoris, succionando y sorbiendo.
    
    Lengua con lengua, nuestras bocas se peleaban por el mejor lugar, y Daniela lo gozaba como nunca, gimiendo y gritando, bailando sobre nosotras hasta que su coño estalló en nuestras bocas, eyaculando sobre nosotras, regalándonos toda su dulce esencia cremosa que saboreábamos complacidas, al tiempo que ella sucumbía a su poderoso orgasmo, haciéndola desfallecer sobre la cama, donde se derrumbaba completamente exhausta y mojada.
    
    Pero Lina quería más, estaba muy caliente, era la única que faltaba por culminar su goce con nosotras. Pese a ...
    ... que ya lo había hecho a solas en el baño, seguramente no dejaría ir esa oportunidad. Entonces se posó sobre Daniela, quien aún se retorcía convulsionándose por su intenso orgasmo, y la besó. La besó como si fuese el último amor de su vida, y se abrió de piernas sobre ella masturbándose con su delgado cuerpo como si se tratase de una muñequita sexual, tratándola sin piedad ni respeto.
    
    En tanto, yo me quité de su camino, dejándolas perderse en su interminable beso, que no las dejaba respirar ni un poco. Me inmiscuí entre sus piernas, deleitándome con la visión de sus conchas empalmadas frotándose entre sí, y ahí, acerqué mi boca y comencé a chupárselas como podía en tan precaria posición.
    
    Sin embargo Dani ya estaba satisfecha, por lo que se apartó deslizándose debajo de Lina, obligándola a ponerse en cuatro para poder llegar a su entrepierna donde yo la esperaba para que me ayudase a que entre las dos se la chupásemos.
    
    Enseguida Daniela me acompaño relamiendo los labios vaginales de Paulina desde abajo, mientras yo también comía de su coño con desdén por arriba, arrodillada detrás de su blanco culo totalmente expuesto para mí.
    
    Y no pude resistirme a tocárselo; primero le acaricié las nalgas, restregándoselas con fiereza, rasguñándolas un poco con mis largas uñas naturales. Abofeteándolas con rudeza de tanto en tanto solo por mero placer, para ponerlas aún más enrojecidas de lo que ya estaban, y finalmente, le toqué un poco su hoyuelo.
    
    Tan solo jugué un poco con ...