1. Leche para cenar


    Fecha: 03/08/2023, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Fd, Fuente: CuentoRelatos

    ... él se quedó en el marco de la puerta, me miraba.
    
    Sus ojos se concentraban en mí.
    
    Yo lo esperé expectante, me descubrí mordiendo mi labio interior deseando que se acercara.
    
    Cerro la puerta detrás de él se abalanzó sobre mí, ya lo esperaba, yo lo deseaba.
    
    El peso de su cuerpo me empujó contra la pared, su mano rozó mi mejilla y siguió hasta enredar sus dedos en mi cabello con un fuerte tirón levantó mi barbilla dejando al descubierto mi largo cuello el primer beso lo depositó en el hueco que se forma justo al inicio de la clavícula.
    
    —¡Eres hermosa!
    
    Beso lento cada centímetro, provocando una sensación de placer que se expandía por mi cuerpo, una sensación de picor que se intensificó en la punta de mis senos y un fuerte calor que se apoderó de mi entrepierna, cuando por fin llego a mi boca mis labios lo esperaban con ansia con un suspiro que escapó cuando sus labios tocaron los míos, me beso lento primero y con más intensidad después. Sus labios abrieron los míos, lo dejé hacerlo. Hizo suya mi boca y la disfruto a placer mientras yo me entregaba de igual manera a saborear su lengua, sus labios, su calor.
    
    Con su mano libre tomó mi mano luego beso dulcemente mi muñeca, hizo un camino de besos sobre la palma de mi mano y cada uno de mis dedos hasta las yemas, introdujo uno a uno mis dedos en su boca, sus caricias eran suaves y se replicaban en otras partes de mi cuerpo luego puso su mano en uno de mis pechos lo tanteo como tantas veces lo ha hecho, primero ...
    ... acariciando el contorno luego una suave caricia sobre el pezón, un suave movimiento que me cortó la respiración, que sentí en mis entrañas, bajo por la línea de mi cuerpo, tomó mi trasero y me pegó más a él mientras su rodilla derecha se metía entre mis piernas, yo no podía pensar en otra cosa que no fuera ese duro musculo pegado, presionando y palpitando de una manera deliciosa contra mi parte más íntima.
    
    Me sentí humedecer gota a gota, poco a poco cómo lo hace el rocío matutino en los pétalos de las flores.
    
    Mis labios llovieron ante sus caricias.
    
    Mis manos se morían por tocarlo parece que me lee el pensamiento.
    
    —Tocame
    
    No me negué, mis manos cobraron vida propia y comenzaron por sus anchos hombros bajaron por su espalda y tocaron sus duras nalgas.
    
    Hacían ese mismo recorrido una y otra vez mientras su boca y la mía se encontraban y reconocían.
    
    Se separó de mí, sus ojos despedían fuego, vi algo en su mirada; era hambre, hambre de mí y eso aflojó mis rodillas.
    
    —Quítate la ropa, quiero descubrir la mujer que está debajo de toda esa tela.
    
    —Soy tu nena.
    
    Comencé con la torera y enseguida la blusa, luego moviendo mis pies saque un huarache para después lanzar el otro cerca de él.
    
    Me gire para darle la espalda, sé que le gusta ver la curvatura de mis nalgas hasta los muslos, sé que disfruta ver mi espalda al juntarse con mis caderas así que me desabroche el pantalón dándole la espalda y fui bajando lentamente para dejar al descubierto primero mi trasero ...
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