El regalo: Un antes y un después (Decimoséptima Parte)
Fecha: 04/08/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos
... su rostro para posteriormente hablarme sin que yo la pudiera observar.
—Rodrigo, que pena. Perdóname, perd… ¡Dios mío! —Gritó de repente, levantando con sus manos la ligera tela de seda plateada.
—No tengo ni mis bragas puestas y tú… ¡Wow! Rodrigo, vaya bonito despertar tienes.
—Y yo metiendo también mi cabeza bajo la sabana encimera, me di cuenta que tampoco tenía puestos mis pantaloncillos pero sí, mi matutina erección casi a tope y mi muslo rozando la piel suave de su cadera. Sus ojos de miel y chispas de caramelo se encontraron con el café oscuro de los míos y Martha sonriendo me dijo…
—Buenos días, ¡colombiano loco! —Fue su mañanero saludo.
—Buenos días, ¡Madrileña embriagada! —Le respondí, dándole un beso en la punta de su respingada nariz.
—¿Vas tu primero a la ducha o voy yo? Le pregunté.
—¡Voy yo! —Me respondió, al tiempo que levantándose de la cama, arrastró tras de sí por completo la sábana, rodeándose con una sola mano por detrás, casi al completo la espalda y una cuarta parte de sus nalgas con ella, dejándome totalmente al descubierto.
Mientras tanto yo, recogiendo las piernas contra mi pecho, y mi espalda afirmada contra el respaldo de la cama, pensaba en todo lo ocurrido. Recordaba bien una parte, pero de lo contado por Almudena, en espaciadas analepsias se sobreponían pocas imágenes en mi mente con borrosa lucidez. Adicional a ello, sentía fragilidad en el cuerpo, una intensa sed y mi boca muy reseca. La luz me hostigaba, al igual ...
... que cualquier sonido proveniente del exterior, lanceteando rítmicamente en mi cabeza.
Martha salió del baño envuelta en un gruesa bata blanca, y sonriente me entregó una toalla limpia mientras en la otra mano, sostenía la húmeda suya. Me cubrí la parte delantera de mi torso en ella y caminé despacio hacia el baño. Un silbido sexy, el típico aquel que usamos los hombres para piropear a una mujer, lo escuché proveniente de Martha, al igual que unas palabras para engalanarlo…
—¡Vaya culo te gastas, tesoro! Dan ganas de cogerte a nalgadas. Jajaja. —Me sonreí por su apunte y me encerré en el baño.
Después de una refrescante ducha, salí en búsqueda de aquel desayuno, envuelto solamente por aquella toalla, que me esperaba en el primer nivel de la casa de Almudena. Martha junto a ella me observaron llegar y algo se dijeron en voz baja, seguramente sobre mí. Antes de acomodarme junto a ellas, observé a un costado del sofá mi cazadora de cuero y fui en búsqueda de mi teléfono celular que reposaba en uno de los bolsillos. Mi cartera también se encontraba en el otro. El nivel de la batería ya era muy bajo así que en uno de los bolsillos exteriores busqué la batería externa para conectarlo y así recargarlo de corriente. No había llamada alguna ni tampoco mensajes. Silvia seguramente seguiría con su plan de mujer ofendida, así que dirigiéndome al comedor, decidí dar buena cuenta del frugal desayuno. Pero me faltaba algo. Sí, un reparador café negro con dos de azúcar como me gusta. ...