El regalo: Un antes y un después (Decimoséptima Parte)
Fecha: 04/08/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos
... Desayunamos prácticamente en silencio, alguna pequeña intervención de Almudena, alabando la música de aquella discoteca y entre tanto, Martha como yo, intentando recordar los momentos olvidados entre los dos.
—Y bien tesoros, creo que ya debe estar listo el jacuzzi. —Nos comentó Almudena, quien colocándose en pie, tomó de la mano a su amiga Martha para dirigirse al piso superior.
—Oye Almudena, le dije haciendo que su cabeza rotara en mi dirección. —¿Y Paola? Le pregunté.
—Ahhh, ella se fue temprano. Debía ir a trabajar, me comentó antes de salir. —Uhum, si claro. Respondí resignado. —Ahora se ha convertido en mi futuro reemplazo.
—Y… ¿Lo paso bien? Sabes si ella… ¿Sufrió? —Le pregunté a nuestra anfitriona.
—Jajaja, Rodrigo querido, ya te lo había dicho. Para obtener, debes entregar. Un poco de sufrimiento antes de explotar de placer. Lo pasó de maravilla, no lo dudes. ¿Vamos? —Y con su otra mano extendida, me ofrecía su compañía, entre tanto Martha con gestos de asombro en su rostro, no sabía a ciencia cierta, a lo que nos referíamos.
Segundo nivel, a mano izquierda el estudio de pintura y allí también la habitación donde Paola habría sufrido y por supuesto gozado junto a su novio. O él… ¿Tal vez no? Más tomamos a la derecha, a una estancia de tamaño mediano, también con una cama grande, dos sillones y en las paredes colgando varios cuadros, desnudos al carboncillo y otros al óleo. Justo al frente una amplia terraza y en la pared contigua, sobre un ...
... pedestal octogonal de mármol negro, unas letras rojas laminadas, con la famosa palabra «Love», en clara alusión a la obra del artista Robert Indiana.
Fuera una mesa cuadrada de hierro forjado con vidrio martillado bajo un parasol junto a cuatro sillas también de metal. Y a poco más de cuatro pasos una estructura alta, con el piso de madera caoba y bajo un toldo blanco, el imponente jacuzzi para unas cuatro, quizás seis personas. Sobre una de las orillas, subiendo los tres escalones, una bandeja con una jarra plástica y transparente, conteniendo en su interior, agua con cubos de hielo, rodajas de limón y muchas fresas. Y a su lado tres copas medianas y otras tres copas flautas, aguardando ser colmadas por un vino espumoso que se enfriaba dentro de un cubo metálico. Al otro costado un estante con bastantes juegos de toallas, envases de colores y algunas pequeñas velas redondas de color rojo.
—Vamos a relajarnos un buen rato, dijo Almudena. —Y con la naturalidad y desparpajo que la caracterizaba, retiró de su cuerpo la bata negra, dejándome apreciar por vez primera, su completa desnudez.
Con su cabello azul recortado muy a ras desde el inicio de su nuca, progresando hacia arriba en volumen y desfilado hacia su lado izquierdo, le otorgaba a esa mujer, un aspecto juvenil y rompedor, sobre todo en una sensual Almudena, que ya superaba bastante los cuarenta.
Un tatuaje adornaba la parte posterior de su cuello y desde allí recorría hacia abajo su espalda, sobre su columna ...