Compañera de trabajo
Fecha: 05/08/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... pantalón. Lo iba desabrochando mientras lo besaba, se comían la boca y por momentos parecía que se olvidaba de mi. Le bajó la bragueta y tiró del pantalón hacia abajo dejándolo caer a sus tobillos. El llevaba unos bóxer que marcaban perfectamente el volumen de lo que se ocultaba en su interior. Ella le tocaba la polla sobre el calzoncillo, y metiendo la mano por él.
Ahora, eran las manos de él, las que desabrochaban su blusa, las que jugaban con su ombligo, las que acariciaban los pechos escondidos bajo el sujetador. Él buscó el cierre de éste y enseguida cayó al suelo, mostrando unas tetas que no eran ni exageradamente grandes, ni pequeñas. Ahí estaba mi compañera de trabajo, mostrándole el torso, y yo observando sin ni siquiera poder pestañear. Sus besos, y caricias seguían. La pasión les desbordaba, y el espectáculo continuaba. Ahora fué el pantalón de ella el que cayó. Yo había seguido observando sus pechos y ni me di cuenta cuando se lo había desabrochado. Su tanga era pequeño, se limitaba a ocultar su coño. No veía pelo, por lo que seguramente estaba completamente depilada.
De pronto, pararon, me miraron, sonrieron y quitándose cada uno la ropa que les quedaba, se tumbaron sobre la cama completamente desnudos. Yo aproveché para bajar mi pantalón y mis calzones atropelladamente para no perderme nada. Necesitaba liberar mi polla, que a pesar de no ser enorme, ya me apretaba incomodandome bastante.
-Acércate cuánto quieras, eres muy libre de colocarte donde ...
... quieras, pero recuerda que sólo estás invitado a observar - dijo Gaby, con una sonrisa pícara que me volvía loco.
Yo permanecía sentado. Efectivamente, ella tenía el coño completamente depilada. Su coñito brillaba, porque ya estaba bastante mojada. La polla de él, era más grande que la mía. No había dudas. Gaby comenzó a besar sus pectorales, mientras su mano tocaba y se deleitaba con los genitales de Ramón. Lentamente sus besos descendían por el torso de su chico dirigiéndose hacia donde yo ya estaba deseando que llegara. Y llegó. Me miró, volvió a sonreírle antes de pasar su lengua por el glande de Ramón. Parecía que aquel miembro crecía más y más, con cada lametazo. Se introducía la punta del pene en su boca, la sacaba, la lamía, la volví a meter dentro, le miraba a él, me miraba a mi, la escupió con una gran cantidad de saliva y se la introdujo toda. Siguió entrando y saliendo, chupando, saboreando… Ramón gozaba, y yo, no me había dado cuenta, pero ya estaba de rodillas casi pegado a su cama, para verlo todo en primer plano.
Ramón pidió a Gaby que se gira se, para poder lamerle el coño. No sé si buscaba darle placer a ella, distraer su mente con otra acción para no correrse o simplemente sus pasiones iban surgiendo, pero yo, seguía disfrutando muchísimo. Él le lamía el coño, con suma dulzura, con delicadeza. Se recreaba en su recorrido, intentando no dejar lugar sin recorrer en ese coñito rasurado. Buscaba su clítoris, lo dejaba, recorría su coño introduciendo mínimamente ...