1. El regalo: Un antes y un después (Vigésima parte)


    Fecha: 06/08/2023, Categorías: Infidelidad Autor: DestinyWarrior, Fuente: CuentoRelatos

    ¿Cuándo me enamoré de Silvia? Pues lo hice cuando la vi, en el primer instante, aunque después de a pocos la pude conocer mejor. Y luego fue incrementándose en mí el sentimiento, las ganas de saber y compartir mucho más tiempo yo con ella, que los pocos instantes que mi amigo solía disfrutar con su entonces novia. Mi amor por ella fue tomando forma entre espacios temporales, cada quince días, luego cada ocho y así, hasta vernos casi a diario. Un aprecio que se convirtió en especial cariño, para terminar dando paso a extrañas aprensiones, sí, amistosos celos al ir compartiendo detalles de su vida íntima, sus sueños a futuro y crear entre los dos una necesaria complicidad y compromiso por el bienestar de los dos, como amigos nada más.
    
    Silvia y yo nos fuimos entendiendo, muchos momentos de compartir y uno que otro hobbie similar. Todo hasta lograr formar una especie de vinculo sentimental; ella creyendo estar muy enamorada de su novio y yo, tan pendiente de que mi amigo no la hiciera sufrir. Porque había que decirse siempre la verdad, no ocultarse nada y obviamente estando yo en medio de su relación, conocía al detalle los devaneos de uno y las expectativas de la otra. Y acariciando aquella aceitada y brillante espalda, pensé en Almudena y su clase, la exposición sobre el amor en una pareja y la fidelidad. ¡Lealtad! Y claro, yo tenía ese día secretos que me sentaban mal y por lo visto, mi mujer también.
    
    Yo preguntaba, obviamente con las ganas de saber si el viaje de mi ...
    ... esposa a la Sierra había sido programado, previsto con anterioridad para verse con su jefe. O como últimamente en aquella época nos solía pasar, era todo producto de los desvaríos del destino.
    
    Frotaba concentrado su espalda cuando me sobresalté al conocer que su compañera de oficina, compartía piso con una Eva. ¿Sería la misma tabernera que conocí y se esfumó de la rumba? Y sin embargo, era eso lo de menos. Lo demás era aquella fotografía grabada en mi mente. Un paisaje, un camino. Cuatro niños, los de adelante en la toma eran los hijos de Martha y los más pequeños, los del fondo de la imagen, eran claramente los míos.
    
    ¿Sería posible que mientras yo estaba con Martha su esposa, desnuda junto a mí, Silvia mi mujer y Hugo su jefe, pasearan por allí tranquilamente? Él y ella, mi suegra y su marido junto a los abuelos de los hijos de Martha… ¿Un paseo familiar? No, eso sería demasiado.
    
    —¿Lo conoces? —Me preguntó mi esposa como si nada. Sin embargo noté que había cierta tribulación en su voz cuando me respondió con aquella pregunta.
    
    —Algo sí. De aquellos senderos me comentaron los clientes que visité en Cercedilla. Me hablaron de varios caminos que suelen recorrer con los turistas que los visitan y me dijeron de ir hasta uno que tenía una excelente panorámica. —Le respondí y… ¡Esperé!
    
    —Amor… ¿Podrías quitarme las bragas? Es que no quiero que se manchen. ¡Estas me encantan! ¿Recuerdas que me las regalaste para el día del Amor y la Amistad? —Sí mi vida, claro lo recuerdo ...
«1234...14»