1. De marido comprensivo a cornudo mirón


    Fecha: 14/08/2023, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: femerba, Fuente: CuentoRelatos

    ... ansiado encuentro por fin se dio. Nos encontramos en una discoteca y claro fue, desde el principio, la atracción que aquel hombre producía en mi mujer. Él era, por decirlo así, el objeto de sus deseos, y el tipo de hombre por el que había estado esperando para un encuentro sexual, de modo que todo pareció fluir más fácil. No obstante, en un momento dado, pareció que el final de aquella situación dependiera de mí y no de ellos, quienes habían construido el vínculo a través de sus contactos virtuales. Tuve que preguntarle a ella, ¿Lo quieres hacer? Sí, fue su respuesta.
    
    No me importó ver a aquel joven disfrutando de mi mujer en la pista de baile, a la vista de todos, pero sí llegué a dudar de su respuesta al verla tan dubitativa y, en algún sentido, pidiendo mí aprobación. Por eso su sí me avivó más la curiosidad y las ganas de ver en qué finalizaba todo aquello. Al fin y al cabo, si finalmente se hacía realidad, quedábamos a mano. No habría, como en efecto no ha habido, motivo de reclamos, de celos, de querer controlar al otro.
    
    El trayecto al motel alborotó aún más el morbo que despertaba en mí esta experiencia. El estar instalados los tres en la parte trasera de un taxi no fue impedimento para que aquel muchacho empezara a besuquear a mi esposa y recorriera con sus manos todas las partes de su cuerpo. Era su fantasía. Disponer de la esposa de otro en frente del marido. Y ella aceptaba de buen agrado aquella embestida, de manera que poco podía hacer yo para ...
    ... intervenir en eso. Estaba sucediendo lo que por mucho tiempo se había previsto tan solo como una fantasía, pero esa noche se estaba haciendo realidad.
    
    Llegados al motel, el intercambio entre ellos dos se hizo más evidente. El la sentó en la cama, frente a él, y dejó que ella, a su ritmo, dictara lo que seguiría a continuación. Y ella, en efecto, sabía su papel, sabía lo que seguía y sabía lo que quería. Cuidadosamente y con delicadeza fue aflojando el cinturón de aquel, bajando su pantalón y palpando dentro del pantaloncillo su miembro, como si se tratará de algo muy frágil, exponiéndolo a continuación. Estaba fascinada, como también lo estaba yo, no tanto por lo que estaba viendo, un miembro espléndido a la vista, grande y erecto, sino por imaginar que mi esposa lo fuera a mamar. Y ella, contrario a lo que yo esperaba, porque no es lo que acostumbra en los preliminares conmigo, así lo hizo.
    
    Fue realmente delicioso y muy excitante ver cómo ella literalmente devoraba aquel miembro con su boca, mientras aquel macho, disfrutando de lo lindo, se deleitaba con las mamadas que mi esposa le procuraba y que parecían no parar. Ella chupaba con especial atención su glande, grande, en forma de hongo, que parecía explotar con las caricias de la lengua de mi mujer. Pero él quería más y, tomando su cabello, la guiaba para que su pene fuera más profundo dentro de su boca. Y ella, obediente, lo permitía. ¿Por qué no protesta? Me preguntaba yo, ¿si por acciones menos atrevidas que estas me ha ...
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