1. Solo por probar


    Fecha: 20/08/2023, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: femerba, Fuente: CuentoRelatos

    Después de trabajar con dedicación por varios meses, de repente y para vencer la rutina, decidimos pasar un fin de semana en una ciudad costera. Nos alojamos en un hotel cinco estrellas y nos propusimos estar lo más relajados que se pudiera. El día que llegamos, un jueves, sin embargo, estuvimos merodeando por allí y vimos que había varias parejas alojadas, de manera que supusimos que las atracciones del lugar podrían capturar nuestra atención y que podíamos pasarla bien.
    
    El viernes nos fuimos de turismo hacia un acuario y un balneario, playa blanca, donde pasamos casi todo el día. La jornada estuvo entretenida y no habíamos albergado la idea de hacer algo diferente a disfrutar del lugar y literalmente descansar. Al volver al hotel, en la noche, sin embargo, después de la cena, nos dio por curiosear en la discoteca.
    
    El sitio estaba bien y la mayoría de parejas departía alegremente y había uno que otro grupo de personas que hacían alboroto al bailar y daban ambiente al lugar. Estuvimos bailando hasta la madrugada y no dejamos de observar una que otra parejita enamorada que, después de cortejarse y bailar muy próximos por largo rato, abandonaba el lugar, supuestamente en dirección a las habitaciones, lo cual era normal tratándose de parejas ya establecidas.
    
    Pregunté al camarero que nos atendía detalles del ambiente. Nos comentó que la discoteca del hotel estaba bien acreditada en la ciudad y que muchas personas, que no estaban alojadas, acudían allí los fines de ...
    ... semana. Que, por lo general, las parejas ya venían organizadas y que era muy raro que la gente se enganchara allí, aunque, creía él, había la posibilidad de que algunos huéspedes coincidieran, se conocieran y entablaran amistad de una noche, pero que no era la idea. Dijo, eso sí, que muchas parejas se hospedaban para el fin de semana, como era nuestro caso, visitaban la discoteca y amanecían en el hotel. Y uno suponía cuál era el propósito.
    
    Indagué si había posibilidad de enganchar hombres o mujeres solas, pero nos dijo que difícilmente, aunque no descartaba que eso pudiera pasar en algún momento. Que en la ciudad había sitios donde ese era el propósito, más tratándose de una ciudad turística, y que allí muchachas y muchachos de la ciudad iban a enganchar uno que otro extranjero o turista en busca de aventuras. Ustedes me entienden, verdad, nos decía. Sí, claro, respondíamos. En fin, entre tanda y tanda de baile, y visitas del camarero a nuestra mesa, nos hicimos una idea de cómo funcionaba el lugar.
    
    Al día siguiente, sábado, nos embarcamos en un “city tour” y nos fuimos a dar una vuelta por la ciudad. En la tarde, nos fuimos a asolear un rato en la playa y a beber unos tragos antes de la cena. Más tarde subimos a la habitación, nos bañamos y nos arreglamos para ir a cenar y, entre una y otra posibilidad para hacer en la noche, se mencionó la posibilidad de ir nuevamente a la discoteca del hotel, de modo que ella se arregló con ese propósito, usando un vestido de ...
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