1. Solo por probar


    Fecha: 20/08/2023, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: femerba, Fuente: CuentoRelatos

    ... fiesta.
    
    Después de la cena, como habíamos convenido, descansamos un rato y fuimos a visitar la discoteca. Esta vez nos sentamos en la barra y pedimos cocteles para pasar el rato, ir a bailar, y entretenernos un rato. Sin embargo, vimos algunos caballeros en la barra, aparentemente solos y sin pareja, tomándose unos tragos y, tal vez de manera ociosa, surgió en nuestra conversación el hablar sobre lo que aquellos estarían haciendo allí. Pues, seguramente, dije yo, están ahí viendo la posibilidad de enganchar a alguna mujer, porque para qué iría uno a discoteca si no es para eso. Habría que preguntarles.
    
    Uno de esos caballeros, delgado, alto, cabello negro, incipiente barba y físico promedio, nos miraba con bastante regularidad. Bueno, mencioné, aquel está que te echa el ojo, pero tal vez no se atreve porque yo estoy aquí. ¿Cómo lo ves?, pregunté por curiosidad. Se ve bien, contestó ella. Se ve elegante. Hmmm… Esa es la manera discreta que tienes para decir que el tipo te gusta, comenté. No, dijo ella, simplemente que la primera impresión es buena. Habría que relacionarse con él para saber si se respalda esa primera impresión. Porque así, a distancia, ¿cómo se va a saber?
    
    Seguimos allí un buen rato, bailando y volviendo a la barra a beber nuestros cocteles. Y, en una de esas tandas de baile, observando que ella miraba hacia donde estaba aquel sujeto, que insistentemente nos miraba, se me ocurrió la gran idea de preguntar. Oye, ¿quisieras hablar con ese señor? ¿Por qué ...
    ... preguntas?, dijo ella. Porque veo que miras insistentemente hacia donde él está y supongo que algo te llama la atención. Pues, lo pensó un momento, no está mala la idea. No es una persona cualquiera. Se le ve clase.
    
    Bueno, dije yo, sólo que hay un problema. ¿Cuál?, dijo ella. Que mientras yo esté allí él tipo no se nos va a acercar, y si no le acercamos los dos, la conversación de pronto coge otro rumbo. Ya tú sabes, el hombre va a lo que va y si ve obstáculos en la situación, posiblemente no se arriesgue. Y ¿entonces?, dijo. Pues, siendo la hora que es, no sé si te llame la atención, quedarte sola en la barra un rato a ver si el tipo te cae. Y, si es así, conversas con él y ya. Y, si se te refuerza la primera impresión, pues ya depende de ti lo que siga, como siempre.
    
    A mi me da pereza salir del hotel. Y ¿salir para qué?, pregunté. ¿Y si me propone salir para conversar, sin tanto ruido, a otro sitio? Si estás pensando en que el tipo te proponga estar contigo, que es lo más probable, está en tus manos aceptar o no. Bueno, y si ese fuera el caso, ¿qué digo? Pues, ¿qué dirías tú si te lo propusieran? Es que yo no conozco la ciudad, dijo. Y si no quieres salir, ¿qué opción te queda? Nuestra habitación, dijo.
    
    Y ¿no te molestaría?, preguntó. ¿Por qué?, pregunté. Estamos hablando de posibilidades. Puede que eso suceda. Y si es así, ya tienes opción para resolver la situación. Y si no pasa nada, pues nada ha sucedido y de todos modos tendrás que volver a la habitación, o es ...
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