1. Llamando a mi virginidad


    Fecha: 23/08/2023, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Yesska, Fuente: CuentoRelatos

    ... ese gran culo, y dejártela ir toda.
    
    Yo sonreía de manera estúpida y trataba de convencerme que todo seguía siendo un juego, pero solo era negación: mi cuerpo ya había reaccionado, mi panocha empezó a mojarse cada vez más, y se me hizo fácil tocar un poco mis senos, lo que provocó que mis pezones se pusieran más duros, si cabía. Tan entrada estaba que ya no dudé y me introduje el dedo medio en mi vagina, a la par que jugaba un poco con mi clítoris, mientras mordía mis labios.
    
    Algo estaba pasando, mi mente inútilmente decía: «detente, es solo la llamada de un desconocido», pero mi cuerpo no me escuchaba, se encontraba extasiado de placer, tan es así que no supe cómo pero logré chupar mis pezones con la lengua. Mi piel se estremecía al pensar en esa jugosa verga, en imaginar cómo me haría gemir, en cómo podría mamarla en toda su extensión, viéndolo al rostro, para luego chupar sus huevos y consentir aquel palo hasta que se viniera en mi boca. Mientras tanto, me decía:
    
    Desconocido: si la vas a querer adentro te va a costar: chúpame la verga, quiero sentir esos lindos labios besar mi cabeza, y esa lengua rosando mi tronco y huevos, lubrícamela para que te resbale toda, ándale. ¿Y qué ropa traes ahora mamita? Lo olvidé por completo.
    
    Karla: ya no traigo nada puesto, papi.
    
    Desconocido: ¿y qué tal ese cuerpecito tuyo? Dime cómo está.
    
    Karla: igual que siempre. Mis tetas necesitan ser apretadas ya; y mis pezones están bien duritos, con ganas de sentir tu lengua ...
    ... recorrerlos; y mis nalgotas ya ansían sentir el roce de tu verga, tan es así que estoy tocándome en cuatro ahorita, ya lista para recibirte, me encantaría tenerte detrás de mí clavándome mientras me tomas de mis caderas. Estoy tan mojada mmm.
    
    Desconocido: pinche culote que te cargas, ya quiero tenerlo enfrente para comerme ese chiquito y esa panocha tan ricos que tienes, nada más para ya pasar a lo principal y meterla hasta los huevos en todas los posiciones posibles, qué puñeta me estoy haciendo.
    
    Todo iba de maravilla, teníamos esa sintonía, pero él insistía en que aceptara la videollamada, a lo que me negué rotundamente, ya que sí me veía sabría que no era la chica que él buscaba, y no estaba dispuesta a parar con esta fantasía que me tenía tan mojada. En un momento me sentí tan cachonda que pensé que mis dedos ya no lograban satisfacerme del todo, por lo que busqué entre mis cosas algo que me diera placer, y encontré un paquete de cepillos de dientes. Mismo que abrí para sacar uno de ellos, y tras ponerle un poco de saliva, comencé a deslizarlo por mi panocha, dando pequeños roces a mi clítoris, que ya se encontraba algo saltado, era una sensación que recorría mi cuerpo.
    
    Introduje aquel instrumento con delicadeza y se hundió con la facilidad que solo los jugos de una panocha permiten, para luego comenzar a meterlo y sacarlo. Aquel chico solo podía oír mis gemidos, mientras él se la jalaba con las mismas ganas, tal vez pensando en aquella otra chica, y así fue hasta que ...