1. En la cola del concierto


    Fecha: 27/08/2023, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... dado un empujón con mi cuerpo sobre el prominente culo de la chica del pantalón. No quiero que piensen que quiero aprovechar la situación para darle unos toques como un sobón cualquiera.
    
    Después de la reacción casi instintiva me doy cuenta que yo no me había movido ni un centímetro.
    
    Se vuelve a producir la situación, pero ahora soy perfectamente consciente que ha sido ella la que ha sacado su culo hacia atrás hasta encontrar mi paquete. Esta vez no cabe duda que ha sido culpa de ella y el movimiento ha sido intencionado.
    
    La chica que viste faldilla engancha su dedo pulgar en la cinturilla del pantalón de su amiga con lo que la mano ahora descansa sobre uno de los glúteos de la amiga.
    
    Enseguida se empiezan a mover siguiendo el ritmo de alguna de las canciones que escuchan por los auriculares. “La casualidad” hace que de vez en cuando el movimiento conjunto de culo y mano, rocen mi paquete.
    
    En principio, me retiro cohibido, pero como veo que ellas insisten y se aproximan lo necesario para seguir tocándome, mantengo la posición y dejo que sigan jugando. A mi también me gusta que me soben.
    
    Las dos fingen seguir con entusiasmo el ritmo de la música y de vez en cuando entre ellas se hacen signos de complicidad. Cualquiera extraño a la situación pensaría que se están animando entre si para seguir el ritmo, pero yo se que es una forma de comunicarse respecto al sobe que me están dado y sobre los efectos nada despreciables que me están produciendo.
    
    Comienza a ...
    ... “teclear” sobre el prominente culo de la amiga, y el resultado es que sus nudillos me proporcionan un suave repiqueteo sobre el paquete, con lo que mi polla responde y sigue creciendo más y más.
    
    Deben encontrar muy divertida su travesura la pues se exclaman y ríen discretamente pero sin esconderse. Pasamos de un ligero roce a uno intenso, ya que la otra chica no deja de culear con amplitud, forzando el contacto.
    
    Su osadía va en aumento y se atreve a darle la vuelta a la mano, con lo que ahora el contacto no es con el dorso sino con la palma de la mano. Poco a poco el contacto pasa de ser un golpecito a un prolongado roce, que da tiempo a la chica para palpar a placer mi polla que ya se encuentra cerca de su máxima gordura.
    
    Una de las veces no encuentro la mano, sino el culo de la chica que busca un roce intenso y amplio para tomar bien las dimensiones del bulto que tengo bajo el pantalón.
    
    Conscientes de su loca actividad, se les ve disfrutar de lo lindo. Yo por una parte sufro y por otra disfruto de los tocamientos. Por fin soy un “hombre objeto”.
    
    Cuando ya estoy a “máxima elevación” siento ganas de alargar las manos y sobar el trasero de las chicas. A la primera, sobre el pantalón, para palpar esas nalgas potentes, y a la segunda poner la mano bajo la faldita para palpar la fresca piel de sus muslos y quizás buscar una rendija en sus bragas donde deslizar el dedo.
    
    En medio de esta situación aparece mi novia, con media botella de agua y una bolsa con algunos ...