1. En la cola del concierto


    Fecha: 27/08/2023, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... ganchitos. Me dice que en la cola, mucho mas atrás, están sus amigas de la Uni y que se ha entretenido con ellas. En cuanto “mis compañeras de cola” la oyen se vuelven y empiezan a hablar con ella. En dos minutos ya hablan como si se conocieran de meses atrás.
    
    “Tu novio es muy serio. En todo el rato que tu no has estado aquí, no nos ha dicho ni mu”, le reprochan mientras me miran de reojo para ver que cara pongo.
    
    Por una parte me siento aliviado pues eso de que te metan mano sin poder reaccionar no es lo mío, pero por otra parte me gustaba que estas dos mozas juguetearan conmigo porque me distraían del aburrimiento de hacer cola varias horas.
    
    La chica del pantalón super ajustado tenía una mochila en el suelo delante de sus pies, se la ha puesto colgada de los hombros pero por delante, sobre su pecho. Están hablando entre ellas. Yo ajeno a sus cosas tengo a mi izquierda a mi novia y a la derecha la chica con la mochila. Todo normal hasta que siento como una mano me baja la cremallera. Inmediatamente miro hacia abajo a ver que sucede y lo único que puedo ver es la mochila que oculta lo que ocurre mas abajo.
    
    Sin inmutarse lo mas mínimo mete la mano dentro y me la toca a su gusto. Enseguida respondo con una erección de caballo, al tiempo que observo las caras de las tres para adivinar si mi novia intuye algo o no.
    
    Todo parece bajo control y cada cual sigue a lo suyo. La mano que hay dentro de mi bragueta ya ha tomado mi polla deshaciéndose del impedimento del ...
    ... slip. Ha dado varios tirones tratando de sacarla fuera pero no lo ha conseguido. Empiezo a pensar que si insiste va a terminar por dañarme y no parece que quiera desistir.
    
    No parece entender que la polla erecta tal como está no la puede doblar y manejar a su antojo. Decido ayudar y con disimulo llevo mi mano a la entrepierna, aparto su mano y por fin me la saco toda fuera. Enseguida ella se agarra y comienza a masajearla (con poco tiento por cierto).
    
    Cual si fuese una partida de póker miro las caras de las tres y ninguna refleja ninguna emoción especial. Mi expresión no la puedo evaluar pero seguro que está a medias entre el temor a ser descubierto, un cierto dolor por el inexperto masaje al que me somete y un lujuria desmedida por lo rocambolesco de la situación.
    
    Aquí estoy, rodeado de decenas de personas a escasos metros, junto a mi novia, con dos pivones delante de mí con muchas ganas de juerga y con la polla fuera disfrutando de una buena paja.
    
    En un momento de in-pass ellas dos intercambian la posición y ahora es la de la faldita corta la que se sitúa a mi derecha. Resguardada por la mochila que porta su compañera y la valla lateral que delimita la cola se pone manos a la obra y empieza a pajearme, esta vez con mas atino y delicadeza.
    
    En esta nueva situación mi mano alcanza a tocarle los glúteos por debajo de la faldilla y esto contribuye a incrementar mi excitación aun más. Tiene unas braguitas minúsculas que se pierden entre sus glúteos por lo que le puedo ...