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La cerecita
Fecha: 29/08/2023, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... que te saque la mano un momento? - dijo, tras un rato de magrearle el clítoris. - ¿Ehhh...? Sí, claro... Ricardo le saco la mano de las bragas, se llevó los dedos a la boca y se los chupó - Buf, qué sabor más rico - para acto seguido volverle a meter la mano bajo las bragas y retomar su masaje. - Oye, qué cosas, ¿eh? Por mucho que tiro del rabo, no sale la cerecita. - le susurró Ricardo al oído - Ay... tú sigue... tú sigue tirando que ya sale... - ¡Oye, Paula! - dijo entonces uno de los representantes - ¡Que creo que os habeis metido solo el rabito y no hay cereza que valga, ¿verdad, chicos? - ¡Sí, estas chicas nos las están jugando! - corearon todos. - ¿Podemos hacer reconocimiento para comprobar que todo está bien? - ¡Jajajaja, pero qué marranos sois! - contestó Paula - Chicas, ¿les permitimos un dedo para comprobar que todo está bien? - ¿Has oído, Ricardo?- dijo Andrea- ¿Quieres comprobar que esté la cerecita? - Me encantaría - dijo Ricardo, mientras le frotaba la vulva de arriba abajo con la mano bien abierta. - Buf, que bien se siente tu mano cubriendome todo el coño.- le dijo al oído Andrea, abriendo bien las piernas. - Bueno, vamos a ver si tienes la cerecita en su sitio o me estás haciendo trampas - dijo Ricardo, y bajando un poco la mano, localizó el rabito de la cereza. -Vale, aquí está el rabito, pero vamos a ver si está el resto. - acto seguido, extendió el dedo anular y, tras dar con él un recorrido de reconocimiento ...
... alrededor de los labios menores, empezó a hundirle el dedo en su caliente raja, centimetro a centimetro. - ¡Uuuuuuuuy! - Escuchó Andrea cómo gemian las chicas, al igual que ella - ¡Aaaay, Ricardo!, ¿encuentras la cereza? Aaaaay - preguntó, mientras sentía como le entraba todo lo que daba de sí el dedo en su bien lubricada vagina. - Buf, niña, no se, igual me la he pasado de la cereza - dijo burlonamente Ricardo - Voy a probar con dos dedos... pero bájate las bragas que no quisiera rompertelas sin querer. Andrea miró de reojo y vió a un par de compañeras que ya se habían quitado las bragas y las tenían encima de la mesa. - Sí, sí, bájame las bragas - dijo Andrea mientras se incorporaba ligeramente. Ricardo le sacó el dedo del coño, se lo chupó y ayudó a Andrea a levantarse. Alcanzó los elásticos de las braguitas metiendo las dos manos bajo su falda, le y se las bajó hasta los tobillos, mientras Andrea movía las caderas, contoneandose para facilitarle la labor. Despúes, se volvió a sentar sobre las rodillas de Ricardo, separando un poco las piernas. - ¡Corre, que se te enfrían los dedos! - invitó Andrea a Ricardo a que retomara su inspección, mientras picaronamente se levantaba el borde del vestido con una mano, y volvía a agarrarse con la otra a los hombros de Ricardo. Este no necesitó que se lo dijeran dos veces, y metiendo otra vez la mano bajo su falda, tanteó su vulva para encontrar la entrada de la vagina, y tras acariciarla, extendió anular y el corazón ...