1. La mujer de mi hermano


    Fecha: 05/09/2023, Categorías: Lesbianas Autor: Sophia, Fuente: CuentoRelatos

    ... besándonos mientras intentábamos recuperar las energías prodigadas.
    
    Noté a mi cuñada algo abochornada, así que la bese suavemente, acariciando su bello rostro, cuando me dice:
    
    “Me has matado, nunca me había sentido así, me encantó”
    
    “La próxima trataré de superarme”
    
    Era temprano aun, así que después de un rato en la cama, le digo:
    
    “Quieres que comamos algo?
    
    “Buenísimo, me has hecho abrir el apetito”
    
    Cenamos, algo fugas, miramos algo de televisión, y retornamos a la cama, volví a desnudarla, acariciando hábilmente ese delicioso y voluptuoso cuerpo, que ya más relajada y experimentada, no tardó en alterarse.
    
    Esta vez intensifique mis conocimientos en su vagina, humedeciéndose inmediatamente, recorriendo con mi lengua esos carnosos labios, introduciéndola en esa mojada grieta, mientras que sus gemidos no dejaban de cesar. Así la mantuve un buen rato, retorciéndose por la intensidad de mis mimos, le pregunto:
    
    ‘Que quieres que te haga?”
    
    Que si bien en ese momento, sabes que responderá, ayuda a ingresar algo más a ese juego, contestándome:
    
    “Haz lo que te venga en mente”
    
    Sin perder tiempo, me dirigí donde tengo los “juguetes”, para asir varias cosas entre ellas, las bolitas anales, no fueron las de mayor diámetro, dado que no sabía bien como llegaría consentirlas.
    
    Así que una vez junto a ella, continúe con mis juegos, jugando con mi dedo en su ano, que después de unos minutos, viendo que no oponía resistencia, intenté ir introduciéndole ...
    ... lentamente, las bolitas, donde reacciono, diciéndome:
    
    “Que haces?”
    
    “Nada malo, tranquila, si no te agrada me lo dices, pero déjate llevar”
    
    “Está bien”, me responde de una manera agradable
    
    “Relájate, amor” le digo.
    
    Aceptando mi sugerencia, mientras la acaricio y comienzo a introducirle la primera bolita, mientras producía una exclamación de placer, continuando implantando lentamente cada una de esas bolitas, que eran aceptadas con cada exclamación de placer, hasta quedar solamente el aro para retirarlas.
    
    Las numerosas terminaciones nerviosas del esfínter de mi cuñadita, permitían producirle una serie de sensaciones de excitación, tanto cuando se la iba insertando, como cuando posteriormente eran extraídas, donde las bolitas mayores iban presionando el interior de su recto. Percibiendo como su desnudo cuerpo se iba crispando, sus pezones se erizaban y su abertura no dejaba de supurar ese flujo vaginal, producto de este juego anal.
    
    Convirtiendo ese cuerpo embarazado, en una serie de convulsiones, que me excitaban enormemente, nunca supuse que mi adorada cuñadita, llegase a ese estado de éxtasis, era un paroxismo subyugante.
    
    Durante un buen rato la fui poniendo en un estado de envidiable exaltación, moviéndose, arqueando su cuerpo, y contrayendo sus pies, con gemidos que se fueron acrecentando hasta producir gritos entrecortados.
    
    Estiré mi mano para coger mi arnés, sin dejar de estimularla, quería satisfacerla al máximo, hasta que la hice colocar en cuatro, y ...
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