1. Rosa, rosae


    Fecha: 08/09/2023, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... sabía marcar las distancias con los alumnos. No permitía más confianzas que las justas para las clases y el resto del tiempo su rictus era bastante serio. Y hacía bien en mantener las distancias, porque a esa edad las hormonas nos tienen a los hombres excitados casi todo el tiempo. En su caso además, el hecho de ser delgada, con un culo redondo perfecto, y unas tetas que no parecían muy grandes, pero a las que ella sabía sacar partido usando normalmente ropa ajustada, la podían haber convertido en víctima de algún atrevido. La verdad es que era una mujer muy femenina, aunque en muy contadas ocasiones vino con falda o vestidos al instituto. Lo suyo eran casi siempre vaqueros ajustados, que le hacían un culo espectacular. Sobre todo porque siempre llevaba tacones. Entonces aún no lo sabía, pero los tacones han sido siempre un fetiche para mí.
    
    Evidentemente Rosa era una de mis musas a la hora de masturbarme. Y era algo que hacía a diario, no menos de tres veces. Evidentemente no solo lo hacía pensando en ella, pero de vez en cuando le dedicaba alguna de mis pajas.
    
    La segunda evaluación no fue mucho mejor, pero al menos saqué el 5 raspado a la primera. Rosa me felicitó sin demasiado interés en la revisión de los exámenes, pero al mismo tiempo me advirtió que o estudiaba más, o en la última evaluación tendría que suspenderme. En fin, nada que yo no supiese.
    
    Mi camino diario al instituto requería del uso del autobús. Una de las líneas urbanas de Madrid. En ocasiones había ...
    ... coincidido en el autobús con Rosa, que vivía unas cuantas paradas más lejos que yo, aunque siempre nos habíamos limitado a saludarnos sin más, y debido a mi timidez ni siquiera me acercaba a ella. Me sentaba alejado o si no había asientos libres, buscaba alguna barra a la que agarrarme que no estuviese muy cerca de su asiento, e incluso en el caso de que por circunstancias viajásemos cerca, no me atrevía a entablar conversación.
    
    Debía de ser ya abril o mayo. Lo recuerdo porque ya no íbamos con abrigo al instituto. Era el viaje de ir al instituto a las 3 de la tarde. Hacía sol, y yo llevaba unos vaqueros y una camisa con un jersey encima. Al llegar a la parada del autobús, por alguna razón estaba hasta arriba, y cuando llegó el autobús venía igualmente lleno. De todas formas paró y empezamos a entrar a empujones. Yo tuve la suerte de ser de los primeros en entrar y para mi sorpresa me encontré justo delante de mí a Rosa. Llevaba unos vaqueros lavados muy claritos, y muuuy ajustados, que como siempre le hacían un culo precioso.
    
    No me dio tiempo a admirar ese precioso culo porque la marabunta me empujó contra ella, de forma que quedamos completamente pegados. Mi polla quedó pegada a su culo. Era la primera vez que estaba tan cerca de una mujer. Al principio Rosa hizo amago de quejarse de los empujones, pero enseguida se dio cuenta que dada la situación era inevitable. Sentir su cuerpo pegado al mío me estaba excitando, y el suave olor de su colonia me estaba enamorando por ...
«1234...9»