1. Cambio


    Fecha: 08/09/2023, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... Nunca volveríamos a compartir un fin de semana más, unas vacaciones. Nunca volverías a pedirme que dejara que me amaras de otra forma, que como lo hacíamos estaba bien pero tú querías cambiar, que me amabas pero querías que te permitiera alterar nuestras costumbres sexuales, que querías vencer mi timidez, porque estabas seguro de que yo tenía mucho potencial, que podía disfrutar mucho contigo. De repente me dejaste sola, y sola estuve con mi dolor.
    
    Si, ya sé que estuvieron conmigo tus padres y los míos, que no se separaron durante un buen tiempo, que te guardé luto, que me vacié de lágrimas como para llenar un río. No te olvidaría aunque tuve que superar tu pérdida.
    
    En uno de aquellos días aciagos vino a verme una señorita. Unos treinta años, una mujer más bien delicada, guapa, bien vestida, hasta elegante. Dijo ser amiga de Juan y llamarse Leo, de una ciudad cercana, donde regentaba una floristería, que resultó ser donde Juan compró aquel ramo de la rosa y la espina. Naturalmente me dio el pésame y estuvimos un buen rato hablando. Aquel día estaba sola, y la charla con Leo me resultó muy reconfortante. Parecía que Juan y ella se habían hecho amigos y cada vez que visitaba aquella ciudad, comían juntos. No quise preguntarme si habría habido algo mas entre ellos, no era cuestión de pensar mal de los muertos.
    
    Pasamos tres horas juntas, con una confianza cada vez mayor. No sé qué tenía Leo que hacía que pareciese mi amiga del alma. Algo se removió en mi interior, ...
    ... alguna vez hablado con Juan: un interés por las personas de mi propio sexo, una tendencia latente que siempre me negué a admitir, tal vez esa fuera la causa de lo que ocurrió después.
    
    El hecho fue que estuvimos charlando tanto tiempo, que se hizo la hora de cenar y me propuso ir a cenar a algún restaurante. Como llevaba tanto tiempo encerrada en casa con mis recuerdos, acepté pero la convencí de que me dejara invitarla. Era lo mínimo que podía hacer tras su visita.
    
    En el restaurante me contó que conoció a Juan un par de años antes, cuando él entró en su floristería. Le compró un ramo de rosas blancas, del que me acordé por que fue el que me regaló por mi cumpleaños aquel año. Luego se hicieron amigos y se veían siempre que mi marido viajaba por esa parte, cosa que ocurría a menudo. Me dijo que Juan siempre le hablaba de mí, y de cómo quería que fuera mas receptiva en el sexo, mas abierta a todo. De que si hubiera sido así, nuestra vida hubiera sido perfecta. Y como ella sí era muy abierta, le había hablado para que se convirtiera en mi maestra, seguro como estaba de que congeniaríamos. Y creo que Juan me conocía bien, y a Leo también porque poco a poco fuimos haciéndonos amigas en esa larga tarde
    
    Al salir del restaurante, ya para despedirnos, le pregunté donde estaba alojada. Me contestó con el nombre de un hotel algo lejano. Como era tarde, o esa excusa me dí, le propuse que se quedara en mi casa. Ciertamente, a esa altura de la tarde noche, la intimidad entre ambas era ...
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