Jhon y Morena P2. - Relatos Eróticos

Jhon y Morena P2.

... buscando sus labios para comenzar a disfrutar.........  La ventaja del auto amor, es que el poder de la imaginación puede ser usada sin limites para beneficio propio, no hay normas ni leyes que limiten lo que puede hacerse ni con quien hacerse.  Dicho así, puede cambiar de amante a voluntad, recordar los mejores momentos cuando ha disfrutado con otro ser y cambiar sin ninguna dificultad a otro amante, a otro recuerdo, siempre pensando en lo mejor que cada uno tenía, los hábiles movimientos de manos de uno, el cuerpo de otro, la forma del pene de otro, en fin, no hay limites, tan valido es que en momentos fantasea con personas que aún no ha tocado, conocidos, famosos, personajes de ficción, pueden ser momentos fugaces o concentrarse en uno solo.  masturbarse es hacer el amor con la persona más importante en nuestra vida, consentirla y darle todo el afecto y reconocimiento que merece utilizando la capacidad casi ilimitada de la mente.
Con cada caricia, su respiración se hace más agitada, la vibración se intensifica y la humedad pasa del juguete a sus dedos, luego de juguetear con la punta del vibrador en los labios superiores arquea la espalda y lentamente introduce parte de este, al hacerlo se muerde sus labios, su mano libre apreta con firmeza su seno, se sumerge en ese punto, en esas sensaciones que se produce pero que le adjudica a su amante imaginario, imagina sus labios en su boca, en un beso desenfrenado, loco, apasionado, aunque Morena sigue tendida en su cama, con ...

... sus ojos cerrados imagina que ambos se miran al tiempo, que conectan sus ventanas del alma y en ese punto solo se aprecia el deseo en forma de iris y pupila ardiente.  imagina el peso de su amante encima de ella, como a cada inmersión del juguete, las caderas se mueven coordinadamente.
Mientras el vaivén de embates se intensifica, su mano libre busca el clítoris y lo masajea en círculos pequeños, luego de arriba a abajo, hacia los lados, en esa combinación secreta que la lleva a la locura, la doble sensación, ser penetrada y acariciada en ese órgano diseñado exclusivamente para dar placer la lleva al límite, la explosión es inevitable, el ligero temblor de las piernas, la concentración de energía en el bajo vientre, el calor que emana de su sexo y de su rostro, la sensación de plenitud y realización por ser en esos momentos más que su solo cuerpo, comprobando que con sus manos y algo de ayuda extra viaja a otros planos y que luego de ese orgasmo regresara poco a poco a ser consciente nuevamente de sí misma.  Morena se agradeció a sí misma, a sus dedos y a las ganas ocultas que tenía acumuladas y que fueron bien liberadas.  Al respirar más relajadamente notó que las tensiones y nudos de la espalda ya no estaban, Le había gustado el sentir que tenía el poder y el control en ese momento, que podía provocar como nunca a un futuro amante al desnudarse y consentirse a sí misma frente a él sin dejarlo participar, recrear lo que había imaginado para ver hasta donde podrían llegar y ...