Los traidores
Fecha: 02/07/2018,
Categorías:
Transexuales
Autor: Gabriel B, Fuente: CuentoRelatos
1
Camila está en la cocina picando cebolla mientras la olla llena de agua se calienta sobre el fuego de la hornalla. Los ojos le lagrimean, y se seca con el brazo. El sonido repetitivo del filo del cuchillo chocando con la madera evita que escuche la escalera de madera crujir, mientras Germán baja por ella.
Él nota que está absorta en su labor, y se le acerca sigiloso, por detrás, dando pasos imperceptibles hasta llegar a ella. La abraza, rodeando su cintura.
β ¡Ay! β Grita Camila, soltando el cuchillo por el sobresalto del susto. Siente la mano, que se desliza hacia su nalga, y percibe el olor a cigarrillo, y el aroma del perfume que ya conoce. β ¡Boludo, me asustaste! β le grita enojada.
Pero el otro hace de cuenta que no la escucha, y sigue acariciándole el culo con las yemas de los dedos, mientras que con la otra mano le sigue rodeando la cintura, manteniéndola pegada a él, haciéndole sentir cómo su sexo comienza a endurecerse.
β Soltame que estoy cocinando. β le dice, y acto seguido se separa de él con un movimiento brusco. β porqué no te vas a hacer el mimoso con la puta de la panadera. β le grita enojada.
β Que tontita sos. β le dice Germán. Se le acerca y la abraza de nuevo. β Ya te dije que no tengo nada con esa mina, no sé de dónde sacaste esa idea. β para dar mayor credibilidad a sus palabras, le da un beso apasionado en la boca.
Ella siente el éxtasis apoderarse de su cuerpo. Se aferra a él mientras saborea la lengua con un leve sabor a ...
... tabaco. Le frota la espalda como si tuviera diez manos, y siente en su ingle la presión del falo cada vez más erecto. Él le acaricia el culo con ambas manos, con tal intensidad, que pareciera que es la última vez que disfrutaría de esas curvas perfectas. Pero justo cuando mete mano por debajo de la pollera, Camila nuevamente se aparta de él.
β ¡No, basta! β le dice, con la respiración un tanto acelerada. La olla con agua comienza a largar vapor. β Está mal esto. Ya te dije que tengo miedo de que Marcos nos descubra, ya debe estar viniendo del trabajo.
β No te preocupes. Falta media hora para que llegue. Mi hermanito es un reloj, llega siempre a la misma hora, y si viniera temprano, te mandaría un mensaje avisándote. Sabés lo predecible que es Marquitos. β sus labios dibujan una perversa sonrisa que Camila odia y ama a la vez. Gemán se acerca por tercera vez. Camila retrocede y queda arrinconada entre él y la mesada. β Me encanta como te queda esta pollerita. β dice, mientras desliza la cara externa de la mano sobre el muslo.
β Es una pollera común. β dice ella, casi ronroneando, al sentir el tacto de la mano, que muy despacito se va perdiendo debajo de la tela con estampado de flores azules. β estoy llena de olor a cebolla, y tengo que terminar de cocinar. β Argumenta inútilmente, antes de que él le de otro beso furioso. Los labios chocan con violencia, y parecen querer comerse mutuamente mientras saborean la lengua del otro. Él la tumba en el piso, le quita la bombacha, ...