Mi esposa y yo follados frente a nuestros amigos.
Fecha: 24/10/2021,
Categorías:
Bisexuales
Tus Relatos
Autor: Javier, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Habíamos planeado un largo viaje por carretera, largo, más que por lo distante, por los trechos que había que atravesar para llegar a una playa virgen a la que sólo se accedía por carretera y el aeropuerto quedaba a unas cuatro horas de cualquier modo, éramos dos parejas Monserrath y Emilio; Camila y yo, y nuestra amiga Rubí.
Rubí era la típica amiga guarrilla del grupo, siempre hablando de conquistas y de una vida sexual muy activa que a todos nos antojaba, por lo mismo, había el antecedente de ciertos coqueteos bisexuales entre todos nosotros, lo que daba al viaje un ingrediente picaro, que Camila y yo habíamos negociado abiertamente en nuestra curiosidad por el ambiente swinger. El caso, es que el mismísimo día que salíamos, Rubí llego con un amigo, Héctor. Replanteamos todos los escenarios, la conveniencia de llevar dos coches, el doble de gastos y esfuerzo y optamos en ¿Qué tan incomodo podría ser ir apretados?, apenas un par de horas lo descubrimos, Camila es "gruesa", no lo digo en el mal sentido, me encanta su forma, mucha pierna, mucha nalga, mucha teta, pero al final de un par de horas encima de mi, termino por pesarme, Por el contrario, Rubí es delgada, aunque siempre ha destacado por unas tetas muy generosas, no tan grandes como las de Camila, pero si de ese tamaño "medio" que con un buen bra, las chicas consideran que se ve lindo use buenos escotes, sin llegar a ser demasiado vulgar, a diferencia de Camila, que casi siempre optaba por esconderlas aunque ...
... fueran mucho más lindas y sobre todo grandes.
En el camino, sudorosos y con las piernas adormiladas, Héctor "bromeo" con aliviar mi carga, intercambiando el llevar a nuestras mujeres en las piernas, después de haber intentado diversos acomodos, la verdad es que termine por sucumbir, sobre todo, cuando la idea original, era ceder a alguno de los coqueteos de Rubí, ya fuera Camila o yo. Así que lo hicimos, Rubí se sentó en mis piernas, dando la espalda a la ventana y dejando a merced de mis ojos -y a roce de mi cara- todo su delicioso escote, desparapajada como es, no le dio importancia y siguió interactuando con normalidad, lo que daba más oportunidades de rozarla, y los pases por curva la oportunidad de tomar su muy afinada cintura. Camila adoptó la misma posición, aunque sus proporciones hacían que, o le clavará las nalgas en las piernas a Hector al intentar alejarse, o le asfixiará con sus tetas enormes.
Monserrath y Emilio viajaban al frente, haciendo algunos chistes de la situación, poniendo música y atentos al camino, Rubí llevaba unos shorts de mezclilla -muy cortos- y una blusa de esas de tirantes color rosa claro, no como Camila, que llevaba una sudadera gruesa y leggins, lo que terminó por acalorarla, en algún punto, al verla sudar le sugerí quitársela, a lo que ella respondía que no llevaba nada de bajo, todos obviamos, en que si se quedaba en bra, daba exactamente lo mismo, pues nos dirigíamos a la playa donde así estaría por varios días, y si de plano no traía ...