1. Mi tío, su novia y yo – Parte III: Mi último día con mis dos amores


    Fecha: 03/07/2018, Categorías: Incesto Autor: Dulce Fuego, Fuente: CuentoRelatos

    ... abajo en la cama y mi tío se masturbaba entre mis piernas mientras Karen hacía lo propio, acostada junto a mi; ella, excitada por ver a su novio aprovecharse se su propia sobrina, movía en círculos la mano que tenía en su vulva sobre su ropa de dormir. Decidí seguir el juego y permanecí quieta y con los ojos cerrados disfrutando lo que mi tío me hacía. Luego, él metió las manos debajo de mi mini falda y bajó la pieza del traje de baño que yo no me había quitado. Hecho esto, abrió mis piernas y se acomodó para penetrarme. La sensación de su miembro dentro de mi me hacía gemir, pero aún así, procuraba no hacer ruido como parte de nuestro jueguito. Mi tío me cogió rico por un rato hasta que se terminó dentro de mi cavidad, entonces se hizo a un lado y Karen se levantó para ponerse empinada con la cara metida entre mis nalgas, lamiendo el semen de su novio que escurría por mi vulva. Pablo sacó un dildo de debajo de una almohada, hizo a un lado la tanga de Karen y lo insertó en su vagina, ella estimulaba su botoncito al tiempo que su lengua recorría mi vagina. Pablo provocó un orgasmo en su novia, quien se dejó caer en la cama con el cuerpo totalmente relajado luego de su clímax. Todo lo recuerdo como un sueño. Recuerdo que mi tío y Karen se acostaron cada quien a un lado de mi y yo me volví a dormir.
    
    El día siguiente lo pasamos los tres encerrados, fornicando como locos por toda la casa. Karen y yo se la mamamos a mi tío en la cocina a la hora del desayuno; Pablo me tomó en ...
    ... la regadera mientras su novia se tocaba observándonos; Karen me masturbó con su dildo cuando mi tío salió a comprar vino... En fin, un día de sexo maratónico y repleto de recuerdos que hoy, lejos de mi tío y de Karen, uso a veces para masturbarme.
    
    Tristemente llegó el domingo, mi último día con mi tío Pablo y Karen. Por la mañana fuimos de nueva cuenta a la playa, solo que esta vez nos acompañó Alex. Yo le había pedido que lo hiciera, pues tenía muchas ganas de volver a verlo, en realidad me atraía muchísimo. Nos pasamos un rato nadando en el mar, a veces acompañados por Karen y Pablo, pero ellos, conscientes de la tensión sexual que había entre Alex y yo, nos dejaban frecuentemente solos. Alex no se animaba mucho a tocarme, al parecer lo cohibía la gente que estaba cerca y yo entendí y aprecié que me tratara de esa manera; pero eso no me quitaba las intenciones que tenía de hacerle saber lo mucho que él me excitaba. En algún momento, el jugueteo que comencé en el agua hizo que Alex terminara detrás de mi, sujetando mi cintura y en esa posición mis nalgas le acariciaban su miembro, que cada vez se iba endureciendo más. -Qué rico se siente- Le dije en voz baja mientras me untaba discretamente contra él. -Dulce, eres increíble. No sabes las ganas que tengo de hacértelo- Me contestó abrazándome más pegadita a él. Entonces Karen se acercó para decirnos que ella y mi tío irían a comer por si gustábamos acompañarlos.
    
    En el restaurante, tu putita se portó bien y dejó de hacer ...
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