Chica coge con el arrendador en el monte, 2da parte - Relatos Eróticos

Chica coge con el arrendador en el monte, 2da parte

... muy alejada del caserío, yo con mucho morbo me escondí en el camino para ver cuando mi hija fuera a llegar a la casa de él, total que ya estaba escondido entre el monte como a unos 15 metros de la casa de don julio y vi venir a mi hija hacia la casa de él. 
El la recibió y entraron a la casa, yo me quede un momento lejos de la casa para luego llegar más cerca y escuchar como se la chimaba y escucharla gemir, pero como unos dos minutos después de que habían entrado, volvieron a salir de la casa don Julio traía una canasta con ropa y la puso en el lavadero que estaba al aire libre y allí mi hija se puso a lavar la ropa, don Julio se desnudó y la abrazó por atrás y le dijo algo al oído. Luego se puso a bañarse ahí mismo a un costado del lavadero de ropa…
Al finalizar de lavar la ropa, los dos entraron a la casa y cerraron la puerta, ahí fui acercándome entre el monte hacia la casa lentamente y sin hacer ruido lo bueno era que los perros ya me conocían y no ladraron al verme, logré llegar hasta la casa y podía escuchar los besos de ellos y de algunas cosas que botaban y caían al suelo talvez eran cosas que pasaban golpeando con la tremenda calentura que tenían, pero no podía verlos porque no tenía como subir a la lámina para verlos por algún agujero, pero al dar la vuelta a toda la casa logré encontrar una ventana de madera que tenía una tabla de madera que tenía un agujero, así que me puse a observar y no veía nada aún pues la casa tenía dos divisiones adentro y ellos ...

... estaban en la otra, ya que solo escuchaba con sonaban los besos que se estaban dando. 
El techo de la casa de don julio es de vigas de madera redondas y láminas, las vigas están sobre la pared de “adobe” un tipo de construcción muy común en la región. Así que hay un espacio como de unos 20 centímetros de espacio para ver hacia adentro en toda la casa, así que busqué algo que pararme para lograr llegar hasta esa parte abierta del techo, me paré sobre un trozo de madera como de unos 2 metros que encontré tirado en el patio, a todo esto ya no se escuchaban los besos, yo me preguntaba que estaba pasando, al fin logré llegar a ver lo que tanto estaba deseando. 
Don Julio estaba sentado en la orilla de la cama y mi hija estaba desnuda y arrodillada en el suelo mamándole la verga, él la tenía agarrada del pelo mientras ella le mamaba y le jugaba los huevos, yo quería pajearme ahí mismo viendo esa escena. 
Luego ella se subió a la cama y él se agacho y se puso a mamarle la conchita, (la nena trababa los ojos y gemía bastante fuerte casi puedo asegurar que se escuchaba como a unos 10 metros de distancia de la casa, claro que podían darse ese lujo ya que la casa más cercana a la de don Julio esta como a unos 500 metros, Mi verga estaba estilando de verlos. 
Luego que terminó de mamarle la concha se le subió encima y le metió la verga por su concha don Julio se la dejaba ir completa, la nena gritaba de placer unos gritos que me ponían nervioso pues alguien que pasara en el camino ...