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Mi primera vez y en su oficina | Santiago CL
Fecha: 25/11/2021, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Lobodeciudad, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... pedazo de carne, que olía y sabía tal cual me lo imaginaba, degustando sus jugos dejando que me follara la boca como él quisiera. Beberme y degustar esos flujos de lubricación me derretían por dentro. Disfruté cada gota de lubricación que salía de su pene y me gustó mucho su sabor. Pedro era suave, pero presionaba mi cabeza hacia él para alcanzar una mejor follada en mi boca. Al retirar su pene de mi boca me mira con cara de vicioso indicando que esto ahora está comenzando. Pasado un rato Pedro me pide que me incline y me afirme sobre el pequeño sofá que tenía, de forma que mi culo quedara empinado hacia él. Entonces siento que abre mis nalgas y comienza a comerme el culo con la boca, siento que lame fuertemente y hunde su rostro en mi culo, abriendo mi ano con su lengua, dando círculos con ella y de vez en vez metiendo sus dedos. Eso fue la gloria. Muy pocas mujeres anteriormente llegaron al nivel de querer comerme el culo con la boca, y nunca fue al nivel de goce y lujuria que vi en Pedro. Sentía que mi ano era un caramelo para él y que le obsesionaba de una forma que me volvía loco. Para ese momento mi ano palpitaba y estaba pidiendo a gritos su verga dentro de mí, pero aún no quería acabar con aquello. Ya me daba cuenta de que no tenía límites, las ganas y el morbo me estaban consumiendo vivo. Terminamos con esa posición para llevarme luego a su camilla que estaba en la otra habitación, no sin antes darnos profundos besos, sintiendo nuestros sabores en la boca del ...
... otro. Me recuesto en la camilla y veo que Pedro también se sube, pero en posición de quedar haciendo un 69. Era mi oportunidad de devolver el favor, así que mientras él llevaba mi pene a su boca yo busqué quedar en posición cómoda para comerle su culo completo con mi lengua. Fue una experiencia de lo más caliente y sabroso que he tenido. Le había limpiado su verga, sus huevos y ahora su culo. Tremendo servicio de limpieza que nos dimos. Pasaron unos diez minutos, yo ya no daba más de placer, ambos sudábamos como animales, ese sudor que llegas a ver las gotitas deslizarse por la piel. Entonces se baja de la camilla, me toma de las caderas para que me siente de forma que con mis piernas le cerrara el paso rodeándolo. Yo ya sabía hacia dónde iba todo (esta fue otra de mis reglas que felizmente rompí). Mi ano en esa situación tenía vida propia, había quedado ya muy dilatado de la lamida anal de mi amante que tuvo poco que lubricar para poner su pene en la entrada de mi culo. En ese momento, se detiene y me pregunta si es lo que yo quiero, mi respuesta se la doy con un beso profundo mientras con mis piernas lo empujé hacia mi indicándole que comenzara a penetrarme. Para mi sorpresa, quizás de lo caliente que yo estaba la penetración fue muy agradable y con muy pocas molestias, sólo me costó muy poco tiempo acostumbrarme a la sensación, y ya pasado ese umbral el resto fue dar embestidas contra mí, sintiendo la dureza de su pene en mi culo. A esas alturas ya estaba en el séptimo ...