-
Una tarde con Alex, el mejor culo del planeta…
Fecha: 04/12/2021, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: VICTOR ACTIVO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Mi nombre es Victor tengo 30 años y podría decir que me considero heterosexual, soy bastante varonil, bien macho y desde pequeño siempre me han gustado las mujeres con el culo grande y voluptuoso. Lo que siempre digo es que jamás me fijaría en un hombre, pero hoy les contaré mi pequeño secreto… Primero debo decirles que esta locura comenzó hace 15 años, cuando comenzaba el último año en el colegio de varones al que asistía. Mis compañeros al igual que yo, ya éramos adolescentes en plenos cambios físicos, unos ya llevaban algo de bigote, otros estaban más musculosos (como yo por ejemplo), pero el cambio más notable de ese año fue definitivamente mi compañero Alexander, un fino y delicado muchacho de lentes con rasgos bastante amanerados y afeminados. De por sí él siempre había sido amanerado y solía caminar de una manera que yo veía bastante extraña. Este año la naturaleza le había dado uno de los mejores culos que había visto en mi corta vida hasta esa edad, parece que no habían encontrado pantalones para una cintura tan pequeña y un culo tan grande y monumental, ese gran trasero parecía que iba a romper sus pantalones, era simplemente un manjar a la vista. Me dí cuenta que era debido a eso que caminaba de forma extraña el año anterior, le había estado creciendo el trasero colosalmente e intentaba ocultarlo, pero este año ya no había manera de ocultar esas gigantescas nalgas. Pasaban los días y yo no podía quitar la vista de ese hermoso trasero, recuerdo regresar todos ...
... los días a casa a hacerme 2 o 3 pajas seguidas, eran días de constante estimulación visual y física para mí. Alex se sentía muy seguro de sí mismo, mis compañeros solían molestarlo y llamarlo “culona”, pues el chico siempre estaba en cuatro patas, con las rodillas en la banca y los codos en la carpeta y se quebraba increíblemente bien para hacerlo. Nunca le interesaron las bromas. Al pasar los primeros meses, el intenso placer que sentía al verlo y después masturbarme a veces en el mismo colegio, comenzaba a volverse frustración, pues cada vez anhelaba más aquel fabuloso cuerpo, lo tenía tan cerca y no podía hacerle nada. Un día comencé a acercármele, a rozarlo por fuertemente por detrás con mi cuerpo sin ningún tipo de vergüenza con tal de poder sentir esas grandes nalgas, se sentían muy suaves y redondas, eran de ensueño; luego tiraba mi lápiz detrás de él para agacharme y sentir algo del rico aroma de ese bello trasero, vaya que lo deseaba. Cada vez me le acercaba más, comencé a agarrarlo de la cintura cuando jugábamos, al principio él se avergonzaba y no sabía cómo reaccionar, pero luego me dejaba agarrarlo a mi gusto y hasta me sonreía cuándo lo hacía, yo por dentro estaba explotando de pasión. Hasta que un día bastante soleado y que nos tocaba ir en uniforme deportivo, él apareció en shorts cortos, está de más decir que casi se me sale el corazón cuando lo vi, los pobres shorts estaban a punto de reventar con ese trasero, le quedaban como unos leggins cortos que ...