Una tarde con Alex, el mejor culo del planeta… - Relatos Eróticos

Una tarde con Alex, el mejor culo del planeta…

... el paraíso, sabía mucho mejor de lo que me había imaginado todo este tiempo, recuerdo que al principio me frustraba un poco el hecho que sólo entraba un centímetro de mi lengua, sin embargo, grande fue mi sorpresa al ver que con el pasar los minutos mi lengua podía entrar cada vez más y más, al punto que ya casi la tenía toda adentro. Había descubierto el arte de la dilatación, muchos chicos de mi edad descubren esto con sus primeras enamoradas, sin embargo, yo lo estaba descubriendo con el mejor culo de toda mi escuela. Me importaba un carajo que sea otro muchacho como yo, puedo dar fe que ese culo estaba mucho más rico que el de cualquier otra chica que haya podido conocer. 

Al ver el reloj de mi sala, me dí cuenta que había pasado más de 20 minutos chupando ese culo de ensueño, metiendo y sacando mi lengua a mi gusto mientras escuchaba sus gemidos que cada vez eran más altos y más extensos. Teníamos el ritmo perfecto, yo metía mi lengua y el empujaba su culo hacía mí, y cuando se la sacaba, él retiraba el culo. Comencé a darle de nalgadas mientras lo hacía para que sepa quien mandaba ese día, si hubiese sido por mí, me hubiese quedado mamando ese culo por horas. Hasta ese momento yo ya había logrado lo que siempre soñé, alguien podía llegar y matarme y yo iba a morir plenamente feliz, pero también fue en ese preciso momento en que me di cuenta que literalmente estaba fallándole el culo con la lengua y que le estaba encantando, por primera vez pensé que quizás Alex iba a ...

... permitir que lo penetre con mi verga también.

Pasaron unos minutos más, la verdad yo no quería separarme del delicioso sabor de ese culo jamás, pero sabía que si quería descubrir cuál sería el siguiente paso, debía avanzar, además sólo quedaba poco más de una hora para que mi madre regrese a casa. Entonces decidí ponerme de pié exclamando: “¡Qué Delicia de culo!”. Ví que Alexander tenía los ojos completamente cerrados y se mordía los labios, lo estaba disfrutando tanto como yo. Cuando se dió cuenta que yo ya me había puesto de pié, se levantó del sofá con gran velocidad y comenzó a besarme en la boca salvajemente, noté que hasta temblaba, realmente lo había excitado muchísimo chupándole el trasero. Alexander buscaba con afán mi lengua utilizando la suya, imagino que quería probar el dulce sabor de su culo aún en mi lengua, pero luego comenzó a succionarla, tenía atrapada mi lengua dentro de su boca mientras la succionaba fuertemente desde el principio de la lengua hasta el final sin soltarla, eso sólo me recordó a las mamadas de verga que solía ver en las películas porno. Lo hizo varios minutos en los cuales comenzó a estrujar y sobar mi pene erecto fuertemente con su mano sobre mi pantalón. 

Liberó mi lengua de su boca y se sentó en el sofá, con el short y la ropa interior aún por las rodillas, Yo aún estaba de pie y se quedó mirándome fijamente el paquete, el cual aún estando dentro del pantalón se veía bastante grande debido a toda la situación. Pasaron los segundos ...