Una tarde con Alex, el mejor culo del planeta… - Relatos Eróticos

Una tarde con Alex, el mejor culo del planeta…

... saborear el delicioso trasero que había deseado todo ese tiempo como a ningún otro, y segundo, tener la mejor sensación del mundo al recibir una buena mamada hecha por la misma persona. Pero también sentía que ya no había marcha atrás, ese culo tenía que ser mío. Ya quedaba menos de una hora para que llegue mamá a casa, pero no iba a sacarle la verga de la boca sin pedirle que me mire a los ojos mientras me lo chupaba, le dije: “Mírame”, en ese momento abrió los ojos y me dió una mirada que no olvidaré jamás, me estaba comiendo con la mirada, nunca había visto esa mirada en su rostro, claramente me expresaba cuanto disfrutaba el que sea su hombre, sin mencionar que succionaba más fuerte cuando comenzó a mirarme despertando una lujuria sin igual en mí. Se lo saqué de la boca sin dejar de acariciarle el rostro y le exclamé:

•	¡Ah! Me vas a volver loco mirándome así…
•	Qué rico… ¿Y ahora qué vas a hacerme?
•	¿Qué crees que quiero hacerte?
•	mmmmm ¿Me lo quieres meter?
•	Es lo que más deseo en este momento…
•	Está bien, pero hazlo despacio por favor es mi primera vez y depende de ti que me guste y que se repita…

Al oír esas palabras sólo atiné a mirar hacia arriba y agradecer al cielo por lo que estaba a punto de ocurrir. Me di cuenta que Alex estaba súper nervioso, lo que era completamente normal ya que iba a ser su primera vez, pero yo me iba a encargar de que no sea la última. Comenzó a quitarse los shorts y la ropa interior por completo a lo que yo me masturbaba ...

... mientras observaba ese pequeño show, el chico se encontraba excitado pero nervioso, pero yo no estaba dispuesto a perder esa carne así que le di un apasionado beso acariciando su rostro, nuestras bocas estaban completamente abiertas una contra la otra, fue un delicioso beso romántico. Cuando dejé de besarlo su semblante era otro, parecía enamorado de mí, y por fin comenzó a darse vuelta lentamente arqueando su espalda como sólo él sabía hacerlo. Nuevamente tenía a mi merced el mejor culo que había visto en mi vida, me puse algo de saliva en la mano con la intención de untársela en el culo como lubricante, pero luego recordé lo bien que dilataba ese culo con mi lengua, así que comencé a chupárselo como unos minutos atrás, me di cuenta que mi lengua entraba con mucha más facilidad, parece que Alexander se estaba preparando psicológicamente para lo que venía. 

Antes de terminar de besar ese culo, lo abrí bien con las manos y lo escupí con fuerza a lo que Alex respondió con un gemido muy sensual. Me puse detrás de él y comencé a acariciar mi verga entre ese par de deliciosas y abundantes nalgas que un minuto atrás estaban cubriendo todo mi rostro. Para mi sorpresa Alex comenzó a mover el culo con mucha fuerza, entonces entendí que él si deseaba ser penetrado duro y con fuerza, pero le atemorizaba el dolor que podía sentir al ser su primera vez. Yo seguía masajeando mi pene por toda la raja de su trasero, era consciente que en unos segundos se iba a consagrar el mayor deseo ...