La historia de mi tía Alondra
Fecha: 04/07/2018,
Categorías:
Voyerismo
Autor: Dulce Fuego, Fuente: CuentoRelatos
... para alinearnos y le pedí que me lo metiera. Pero cuando empujó hacia adentro, me empezó a doler mucho, bueno, tú ya sabes que con los nervios, parece que duele más y entonces no pudo penetrarme, además el condón rosaba muy feo los labios de mi vagina. Así que mejor le quité el condón a tu hermano y le pregunté "¿Crees que me embarace si lo hacemos así?" y él me calmó mucho cuando me dijo que si me embarazaba, nos escapábamos juntos "Te amo, Alondra".
-Uy, qué fuerte que te dijera que te ama.
-Ya sé, pero fue eso mismo lo que hizo que me relajara. Nos seguimos besando y entonces él se agarró el fierro y lo empezó a frotar otra vez, pero ahora yo sentía más rico, porque la piel de su verga es muy suave y se resbalaba solita por mi vagina como ya queriendo entrar. Entonces fui yo la que empujó hacia él para que me penetrara y cuando levanté la cadera, me metió la verga como hasta la mitad y sentí cuando mi himen se rompió y me empezó a escurrir un poquito de sangre por las nalgas ¿Quieres ver?- Me propuso Alondra con una sonrisa juguetona mientras se agachaba hacia abajo de la cama como para sacar algo.
-Sí, a ver- Alondra sacó de abajo de la cama la sábana blanca que había quitado ella misma cuando tendió la cama en la mañana. La tela tenía un círculo rojo rodeado por algunas gotitas de sangre aisladas y esparcidas alrededor de la mancha más grande. Me impresioné mucho por la cantidad de sangre que le había salido, porque cuando mi hermano me desvirgó en mi ...
... cumpleaños, no había sangrado tanto. -No inventes, Alondra, sangraste mucho ¿Todavía te duele?
-No ya no, solo siento como un hueco. Pero anoche, cuando sentí que estaba sangrando me asusté, y como Érick me siguió besando mientras me enterraba despacito la otra mitad de su miembro, me calmé. Ya cuando retrocedió para sacarla y metérmela toda otra vez, me dolió menos y me hizo sentir rico. Tuve que aguantarme como pude los gemidos que me salían cuando él empezó a cogerme más rápido. "No tan duro, mi amor, soy virgen" le pedí y él me hizo caso y me empezó a penetrar más despacio, pero siempre me la metía hasta el fondo y yo sentía cómo me iba resbalando su verga riquísimo, bien apretadita por mi coño que estaba húmedo de mis fluidos y mi sangre. Abrí más las piernas, las doblé por las rodillas y puse mis manos en las nalgas de Érick, y sentí cómo se le tensaban y aflojaban cada vez que me encajaba su verga y me puse tan caliente por eso, que empecé a moverme yo también, en círculos y acercándole mi panocha al mismo tiempo que él metía las manos abajo de mi y me agarraba las nalgas. Cuando ya estaba lista para recibir unas metidas más fuertes, casi instintivamente le subí las piernas en los hombros y dejé que me ensartara a su gusto.
Después de un rato, tu hermano me dijo que me diera vuelta. Ay, Candy, yo tenía miedo que también me quisiera coger por el culo como mi ex me quería. Pero aun así le hice caso, me di vuelta y abrí las piernas un poquito y paré las nalgas. Él se acomodó ...