Empezo vida como masajista - Relatos Eróticos

Empezo vida como masajista

Mi nombre es Diego Bukele, tengo 21 años, viví en Sudáfrica hasta los 15 años, mi madre una venezolana hermosa de piel blanca, publicista de profesión, mi padre un hombre alto y grande de 1.85, de raza negra, cuenta mi madre que se enamoro a primera vista de el, cuando le realizó una publicidad a su empresa de exportaciones de tela.

Nos mudamos a Venezuela, por la salud de mi abuela, mi padre viajaba con frecuencia a Sudáfrica a atender sus negocios. A veces viajaba con el. Yo también soy alto como mi padre, mido 1.80m, me gusta mucho jugar rugby, tengo manos grandes y fuertes. La familia de mi madre era pequeña. Tengo una tía que tiene varios locales que funcionan como con spa y estéticas, son muy prestigiosos. Hace seis meses ella me dijo que si yo quería podía trabajar en alguno de sus locales, pero que tenia que empezar de abajo, ella me decía que yo tenía manos fuertes y que necesitaba alguien que les diera masajes a sus clientes. Fue entonces cuando me mando a unas clases de preparación para eso.

Desde hace 3 meses empecé a dar masajes en uno de sus spa, mientras terminaba mis estudios en la universidad. Había una política muy estricta, regularmente no se permitía hablar con los clientes, siempre habían chicas que preparaban a las mujeres para que se le dieran los masajes solicitados, en espalda, cuello, brazos, piernas y pies. Casi nunca asistían hombres, y cuando iban solicitaban que fueses mujeres las que le hicieran los masajes, quizás por lo machista que aun ...

... es este país. 

Uno de esos días, me toco un turno en la tarde, una de las asistentes llamada Claudia, que por cierto era bellísima y siempre me negaba invitaciones a salir, me dijo que había una cliente que asistía a otro local que quería que la atendieran, ya por comentarios de los otros negocios se sabia que la sra le gustaba conversar en las sesiones, por lo que me iba a tocar platicar ese día.

Claudia me llama y me dice que la sra estaba lista, ella exclamo: - Diego la sra pidió que le hicieran solo masaje en la espalda y brazos, se llama Karina. Inicia la sesión para informar por radio a la administradora. Fue entonces cuando entre a la habitación, había un fuerte olor a channel N°5, era uno de los perfumes favoritos de mi madre. Cuando volteo hacia la cama de masajes había un monumento de mujer acostada, con su vista hacia abajo en la camilla de masajes, solo tenia  una toalla puesta en el nivel de su pompi, un trasero espectacular súper grande y paradito, unas hermosas piernas, y una espalda impecable, con muchas pecas en la parte superior, la sra Karina tenia puesto un gorro, pero se podía apreciar que era una mujer rubia, era una mujer como de 1.60, lo mas que me sorprendió era que tenia tatuado unas cerezas pequeñas en la parte final de la espalda. Inmediatamente cuando ella sintió que yo estaba ahí ella me dijo: Hola, como te llamas?. Recordé lo que me dijo Claudia, que la sra era conversadora, yo le dije: - Buen día Sra Karina, mi nombre es Diego, hoy seré ...