Nadia, mi encule persa 6
Fecha: 12/07/2018,
Categorías:
Grandes Series,
Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos
... junto a Nadia, le llamaron “madre” hasta el día que mi vieja murió.
El día de nuestra boda, Ayesha, la madre de Nadia se ha acercado a la iglesia, pues es la misma escuela donde Nadia y yo nos conocimos y que ellos frecuentan continuamente. Le ha dado una pequeña caja a su hija, donde posteriormente Nadia ha encontrado varias joyas pertenecientes a varias generaciones de su familia. A ambas se le han escapado las lágrimas, Ayesha se va y Nadia hace el recorrido por el pasillo central de la iglesia. Puedo ver que viene con un profundo dolor, sacudiendo con el dorso de su mano la lagrima que ha se ha deslizado hasta su mejía. Aun así, Nadia es bella, aun así, camina firme y su prima Kashira me la entrega, así como un día me la entregó entre lágrimas de alegría cuando nos casábamos por lo civil hace un poco más de dos años. Hoy también veo esas lágrimas en Kashira, la niña que junto a Nadia me echaron a suerte, porque ambas siendo niñas desearon ser parte de mi vida.
Aquel día es inolvidable, una recepción muy bonita en nuestra casa, en aquellos días la casa de mi madre, y hemos salido junto a mi encule persa a nuestra luna de miel, bueno una de tantas, pero en aquella ocasión tan especial me entregaría su sexo, ese intimo espacio que nunca había explorado y con un sentido que Nadia miraba más que yo espiritualmente, la vagina por donde saldrían nuestros dos hijos.
Mi hermana, le tenía otra sorpresa, otro vestido blanco bien ajustado a su cuerpo, quizá para que elevara ...
... la calentura y el morbo de su hermano, pero en realidad Nadia se puede vestir de espanta pájaros y aun así me resultaría provocativa. Nos han despedido a horas de la noche rumbo a nuestra luna de miel, no sin antes escuchar el consejo de mi abuelo: Licenciado, tómese una o tres copitas de vino antes del mandado, pues esta mujer lo va hacer venir en un minuto.
Era la misma excitación del primer encuentro sexual en la piscina, el mismo nerviosismo y quizá este día, la idea que Nadia sería mi mujer completamente. No me he cansado de besarla, de acariciar cada milímetro de su piel, de decirle que la amo en el oído. Tenemos ya tanta confianza que Nadia me coquetea, me provoca con esa mirada dulce y angelical. Ella toma la iniciativa y me ha bajado el cierre de mis pantalones apenas entrando al cuarto de hotel, me da la orden que me acueste y yo obedezco. Permito que masajee con sus manos mi pene, se amarra el cabello y ahora si veo como mi glande desaparece entre sus labios, los suelta y me da una mirada picaresca y comienza más concentrada en darme placer y su ritmo oral se profundiza mientras con sus manos aprieta mis huevos.
Aquello se extendió por algunos minutos, mientras aprovecho en bajarle el cierre de su vestido y comenzar el recorrido que ya conozco, pero que nunca me ha dejado de excitar, hacemos una pequeña pausa mientras remuevo su sostén y comienzo a darme gusto en sus pechos con un deseo de bebe hambriento, Nadia suspira y lanza un tímido gemido, pues en dos ...