Nadia, mi encule persa 6
Fecha: 12/07/2018,
Categorías:
Grandes Series,
Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos
... años he descubierto que sus pezones son muy sensibles, una de sus partes más erógenas. Su placer sexual es delicado y no agresivo y me tomo el tiempo recorriendo sutilmente sus dos hermosos pezones que se han puesto erectos. Bajo hasta su entre pierna y me doy cuenta que Nadia esta húmeda y bien lubricada, al punto que he llevado la punta de mi lengua recorriéndola desde la zona del perineum hasta tocar su clítoris y ver como su miel vaginal se extiende como si fuese un hilo de seda. Estamos listos para explorar ese orificio al que nunca he llegado y me muero por hacerlo, mas sin embargo Nadia me pide que quiere estar sobre mí y así lo hacemos. Creo que quiere tener el control y ser ella cuando decida que mi verga entre hasta lo más profundo de su vientre.
Se ha venido sobre mí y cuidadosamente toma mi pene y lo acuesta por sobre mi zona pélvica, apuntándolo hacia mi ombligo y cuidadosamente su conchita descansa sobre mi verga. Los dos estamos tan excitados y nuestros sexos muy lubricados que, cualquier movimiento hace ese excitante ruido de nuestra fricción. Nadia, se entretiene, me mira a los ojos seductoramente y comienza a masajear con los labios de su conchita mi verga. Siento su calor y humedad, siento que estamos tan mojados que la mezcla de nuestra pasión ha llegado a humedecer mis huevos. Aquel movimiento es repetitivo y me manda unas sensaciones tan inmensas que siento me acerco a la ...
... gloria. Nadia hace pausa pues creo que ella esta tan excitada y ve mi excitación que me invita a la posición del misionero, ahora yo tengo el control.
Yo hago lo mismo, no penetro su conchita virginal y juego con tocar su clítoris pasando mi verga por toda su raya, sin penetrarla. Pero el grado de excitación es tan alto que llega un momento que me dice: Amor, me estas matando, me estoy muriendo por sentirte dentro de mí. Por lo que había leído debería ser cuidadoso por tratarse de una chica virgen, así que apunte y mi glande habrá chocado con esa sutil barrera cuando cuidadosamente, pausadamente mi verga se perdió en el sexo de Nadia, ella dio un gemido de dolor y me abrazo solamente diciéndome: ¡Te amo! – Aquel espacio estaba ardiente y sus paredes vaginales me enviaban mensajes, como el mismo eco de mi amada Nadia al decirme: ¡Te amo!
Supe que Nadia llegaba a su primer orgasmo vaginal, con mi pene ensartado en su vagina y la emoción e excitación fue tanta, que nos abrazamos con tanta intensidad y yo le dejaba ir todo mi esperma en su conchita conservada para esta especial ocasión, que después de dos semanas de no estar activos, le llené su orificio tan precioso de todo mi amor. Me doy cuenta, cuando intento limpiarla, que veo como entre mi esperma hay evidencia de sangre y le pregunto: ¿Nadia, te ha venido tu menstruación? – ella, sonriendo me responde: ¡Tonto! Me has roto el himen.
Continúa