1. LAS PAMPAS CHATAS 1


    Fecha: 14/02/2022, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... jugos de ella, que recogí en las chupadas. Le puse saliva, jugo y precum.
    Estaba lista…, y comencé con los dedos. Primero el índice, despacito. «Si te duele o molesta, decime. No quiero hacerte daño.» «No te preocupés. Tengo tantas ganas de sentirte adentro, que sólo quiero que me la metás…» Metí el mayor, junto al índice. Los giré hacia un lado y hacia otro. Metí el anular. «Relajate bien. Así, así, muy bien.» Me encantaba sentir los dedos en el culo de Marilí. El ano se sentía flojo. «¡Si! ¡Los siento! ¡Me gusta! ¡Meteme la pija de una vez, por favor!» Me acomodé. Guié el glande hacia el ano, y empecé a empujar. La tomé de la cintura, y poquito a poco fui entrando. «¿Estás bien tesoro?» «¡Si! ¡Sí! ¡Te siento! ¡Dale! ¡Con todo! ¡Todo adentro!» Seguí penetrando en el culo de Marilí. Estaba por la mitad. Me quedé quieto. Solté las caderas, y acaricié la espalda, llegando hasta el cuello, las orejitas… «¡Qué lindo es sentir tus caricias con tu pene adentro!» Marilí era muy especial. A veces hablaba de “pija”… y a veces de “pene”. «Todavía no terminé, mi amor.» «¡Pero es hermoso así!» «Ahora voy más adentro.» Volví a tomar sus  caderas y a empujar. Llegué con la pelvis a sus glúteos. Los testículos colgaban sobre la concha. «Sentí ahora. Toda adentro.» «¡Sí! ¡Bárbaro! ¡Me encanta!» La saqué un poco. «¡No me la saqués!» «No tesoro, no te la saco. Te la voy a mover adentro, para que sientas como te roza el recto. ¡Apretá todo lo que puedas!» Comencé un suave vaivén, mete y saca. ...
    ... Sonaba el característico ¡plop! ¡plop! al chocar la ingle contra los glúteos. Marilí me acompañaba con sus caderas. «¡Hey! ¡Qué bueno! ¿Dónde aprendiste eso?» A veces creía que había tenido mucho más experiencia sexual de lo que me contaba. «En las pelis porno…, y lo hacemos con mis amiguitas…, cuando nos metemos el consolador.» «¡Jajaja! ¡Tengo que conocer a tus amiguitas!» «¡Pero hacerlo con vos es otra cosa! ¡Divino! ¿Sabés Dani? Yo a vos te cuento todo, tengo que decírtelo. Sos la persona más maravillosa que conocí en mi vida.» «Bueno…, no conociste demasiados.» Marilí tenía las uñas clavadas en las sábanos. «¿Estás bien? ¿Te duele?» «¡Estoy fantástica! ¡En la gloria! ¿Sabés? Con las chicas, cuando vemos las pelis, tratamos de hacer lo mismo. Pensamos que si a las chicas de las pelis… les gusta, y se ríen mientras lo hacen…, bueno a nosotras también nos debe gustar…, pero no es lo mismo tener un consolador de plástico adentro… ¡qué esa maravillosa cosota que vos tenés entre las piernas…! ¡Tú calorcito y tus caricias no tienen comparación con nada!» Estuvimos unos diez minutos con el bombeo. Me acomodé sobre su grupa. Casi no apoyaba los pies en el suelo. ¡Ese culo maravilloso aguantaba cualquier cosa! Marilí apoyó la cara en las sábanas. Una de sus manos fue hacia atrás, hasta la entrepierna. Yo no veía, pues mi pelvis, apretada contra ella, impedía la visión, pero intuí que se acariciaba el clítoris. ¡Sí! ¡No solamente el clítoris! ¡Me acariciaba los huevos! Yo no quería ...