LAS PAMPAS CHATAS 3 - Relatos Eróticos

LAS PAMPAS CHATAS 3

... únicamente entre nosotras. Ninguna otra.» 
“«No entiendo… Si las chicas podían coger cuando les daba la gana con los chicos de la escuela… ¿por qué también lo hacían con vos? ¿Las sedujiste?» «Y… más o menos… Ellas cuidaban a mi nena muchas veces. Nos hicimos muy amigas. Luego de un par de años…, bueno… les dije cuál era mi problema…» «¿Tu problema?» «Qué no había nadie en el pueblo que me gustara para tener sexo… ¡y que tenía muchas ganas…! Y…, si ellas podrían ayudarme… ¿Entendés?» «¡Jajaja! ¡Les dijiste si no querían probar con tu conchita!» «Más o menos… Les pregunté si alguno de los chicos se la había chupado alguna vez… Nunca, a ninguna de las dos. Lo hacen a las apuradas, en cualquier lugar. Nunca en alguna cama. Fue entonces cuando Juliana comenzó a traer películas y aparatitos… ¡Y a ellas les gustó mucho hacerlo conmigo! ¡Nunca habían tenido esa experiencia!» «¿Y lo hacían bien?» «¡Las tres aprendimos con las películas! Pero… ¡te juro que no es lo mismo que con vos!» «¡Jajaja! ¿Por qué macanear que hay diferencia entre una lengua u otra?» «No es ningún “macaneo”. Tal vez será sicológico…, pero verte a vos, sentirte a vos…,  es otra cosa. No te lo digo para “dorarte la píldora”. Pero…, te veo desnudo…, bueee… no sé cómo decirlo. Te veo desnudo…, y veo… tu “badajo” colgando…, y ya me excito… ¡Me calentás un montón! Es así. Saber que quien me está chupando, besando, lamiendo…, sos vos, es otra cosa, no sé porque…, pero es así. Desde el primer momento, en el sofá, ...

... esa primera vez… Te soy absolutamente sincera. Esa primera vez…, probablemente me entregué porque eras un muchacho joven, de mi edad… y me gustaste mucho desde el primer momento…, tal vez por eso… Pero luego…, sos tan dulce, tan cariñoso, tan… tan… ¡qué sé yo! Me ponés por las nubes… ¡en el paraíso! ¡Eso nunca me pasó!» «¡Vos también me ponés en el paraíso! ¡El nirvana!» «¿Te creés que yo habría acabado como lo hice, con algún otro, solamente con que me besés los pies? ¡Me hiciste temblar toda! Cuando estamos teniendo sexo…, físicamente…, es muy rico. Pero mucho más lindo es lo que siento dentro de mí. Sos vos…, sólo vos… mi pareja…, sexual, digo. Sé que a vos no te pasa lo mismo. ¡Tenés tantas mujeres! Para vos es común.» «¡Ni en pedo! ¡Nadie es igual a vos! No lo digo para conformarte. Desde el momento que te vi, saludándome, al llegar. No había visto tu vagina, ni tus tetas, ni tu culo. Nada de eso…, solamente tus ojos. Y me sentí totalmente arrobado. Nada igual…» «¡Jajaja! Me pasó lo mismo. ¡Empatamos!» «Pero pensás que es distinto porque conocí a otras…» «¡Y tenés novia! Tienen sexo cuando quieren…» «¡Cuándo “podemos”!» «Pero es tu novia… ¡y la amás!» «¿Pensás que no puedo sentir lo que sentís vos?» «¡Qué sé yo! Lo siento así. Es más… no sé cómo lo sentirás…, pero… ¿sabés? No me siento celosa porque el viernes vengan las chicas y que también cojan con vos. ¡Con todo lo que les dije de vos! Me hago a la idea que será lindo verte cogiendo con ellas. Verte como gozás… Verte ...