LAS PAMPAS CHATAS 3
Fecha: 26/02/2022,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... “desde afuera”, digo. Yo me caliento con verte el miembro, con eso es suficiente. Nada más. No es lo mismo que ver las vaginas de las chicas… Nos podemos besar, lamer, chupar…, pero no es lo mismo, ni con los “aparatitos” de Juliana me viene fácil el orgasmo… En cambio… te veo… y ya tengo ganas de acabar… ¡qué sé yo! Ahora mismo, pensando que te veré como se la metés a Juliana y a Erika…, la cara de placer de las chicas, tu cara de placer…, como van a gemir…, ahora mismo… ¡ME VIENE!» Se tomó del borde de la mesa, apretó los labios, cerró los ojos y se estremeció. ¡Un bruto orgasmo! ¡No me lo iba a perder! Me tiré bajo la mesa y crucé por debajo, de rodillas, hasta ella. Le abrí las piernas. Marilí lo entendió. Se recogió el baby doll y se corrió al borde de la silla. Mi cabeza entre sus piernas se movía frenética para todos lados. Chupé, metí lengua y nariz en la concha, sorbí, lamí esos jugos exquisitos. Marilí gemía… Cuando quedó todo en mi boca me levanté a su lado para besarla. Sabía que a ella le gustaba sorber sus propios jugos. Cuando me agaché sobre su cabeza para llegar a sus labios, me agarró la pija, que estaba al palo… y luego de besarme la llevó hasta su boca, agachándose algo para que fuera más facil, y la metió hasta la garganta. Su genial mamada, besos, labios, lengua, las caricias de lengua del glande, no me hizo demorar mucho. Al minuto estaba llenándole la boca de semen. Ella tragaba eufórica. «¡Huuummmm! ¡Aggg! ¡Así! ¡Así! ¿Ves lo que me pasa con vos? ...
... ¿Cómo me calentás?» Nos volvimos a besar intercambiando fluidos y sabores. Nos levantamos juntos y caminamos hacia el dormitorio.”
Como siempre, cuando Laura está ansiosa no hay nada que la pare. Se había acomodado sobre mí para un 69. Al mismo tiempo que me agarra la pija, me pone la concha en la boca. Era brutal, totalmente mojada como si hubiera tenido un orgasmo mientras yo hablaba. Ella me lamía, besaba, chupaba, y se movía al compás de la mamada. Refregaba la concha en mi cara. Atrás, adelante, desde el monte de venus hasta el perineo. La única manera que encontré para que se quedara un poco quieta, fue meterle un par de dedos en el culo y en la concha. Así la contenía algo, aunque no mucho. Hasta sentía como refregaba las tetas contra mi estómago. Para que no me viniera tan pronto, trataba de concentrarme en la concha y el culo. Por momentos levantaba la cabeza para llegar con la lengua al orto. La calentura de ambos era brutal.
-¡Aaaahhh! ¡Aggg! ¡Dios! ¡Asííííí! – Laura estaba frenética. - ¡Mmmmm! ¡Mmmmm! – Sus gemidos y los míos rebotaban en toda la pieza. Parecía que temblaban las paredes.
Había logrado de que yo fuera un incendio…, y largó brutal chorro en mi boca, mi cara, mi nariz…, todo…, y siguió mamando febrilmente con todo la intención de obligarme a acabar. Y…, no hubo más remedio. Casi al unísono nos sacudimos, y al tiempo que le llenaba la garganta, ella me inundaba nuevamente toda la cara. Gemidos y más gemidos, suspiros y más suspiros…
-¡Ahhhh! ¡Qué ...