1. LAS PAMPAS CHATAS 3


    Fecha: 26/02/2022, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... estaba afuera y flácida. Le digo despacito… «Salgo mi amor, voy al baño.» «Luego voy yo.» Una vez cumplidas las necesidades e higienizarnos volvimos a la cucharita. Ahora Marilí estaba a mi espalda, con sus tetas apretadas contra mí. Su mano acariciando la pija…, adormilados hasta el amanecer…
    “Cuando nos despertamos me acordé de otra cosa. «¿Les dijiste a las nenas que se preparen la colita?» «¡Por supuesto! Ya le había contado a Juliana como me limpiaba la cola para que me la metás. Lo sabía. Se lo recordé. ¡Me dijo que era prioritario! ¡A ninguna de las dos le “inauguraron” el culito!» «¡Jajaja! Tendré que esmerarme…» «¡No quiero ni pensar! ¡Viendo como la metés en los culitos de las nenas!» «¿Les dijiste que no tengo prepucio? No quiero que anden preguntando.» «Si. Les dije. ¡Y lo lindo que se te ve! ¡El pito más hermoso del mundo! ¡Jajaja!» Nos preparamos para el trabajo. Cada cual se ocupó de la suyo. Fuimos con el jeep hacia el último mojón del día anterior. Sí, era el último día. Hicimos nuestros jueguitos del mediodía y retornamos, contentos de terminar y tener el viernes para nosotros…, con los “bonus track” de las amiguitas. Al llegar, luego de bañarnos, me puse a controlar todo y Marilí a preparar la cena. Ninguno de los dos insistió con interrupción sexual antes de la cena. Nos quedamos callados y serios al terminar. Supongo que ambos pensábamos en el “último día”. ¿Será posible? ¡Desgraciadamente sería el final, totalmente! En un momento Marilí se levantó y ...
    ... fue hacia la galería. «Dani, vení, ¡mirá!» «¿Qué pasa?» «Vení, fijate. ¡Mirá el cielo!» ¡Miles…, millones de estrellas! No había luna. ¡Algo increíble! «¿Nos sentamos en los troncos?» «Si, vamos.» Había unos troncos acomodados como grandes bancos, ideales para sentarse y mirar ese espectáculo increíble. «¡Qué bueno que está esto!» «Los preparó papá. Muchas veces nos sentamos acá a disfrutar de la noche. Papá se fuma su pipa…, y yo miro, en general pensando que es lo mejor que nos pasa por estar aquí.» Nos sentamos muy juntos, abrazados, mirando hacia las alturas. Había tantas estrellas que la oscuridad no era tal. Cuando salimos de la casa Marilí había apagado la luz. Solo quedaban las estrellas. «Dani…, no quiero ponerme melancólica… ¿Querés que hagamos el amor a la luz de las estrellas? ¿Qué te parece?» «Sos muy romántica. ¡Jajaja! Sería maravilloso.» La besé, suavemente, en los labios y en los ojos. «¿Cómo querés? ¿Acá, sobre los troncos?» Me pareció medio duro e incómodo. «Si. Quedate sentado. Me siento encima. Te cabalgo mirando las estrellas. ¡Verás que lindo!» «Bueno, dale.» Me abrí la salida de baño -la famosa de Don Rosendo-, Marilí se agachó para chuparla, me la puso dura, con su habitual pericia, se sacó el baby doll, se acomodó frente a mí, abrió las piernas, y se sentó en mi falda, guiando la pija al culo, y se ensartó. Nos abrazamos, nos besamos apasionadamente, y comenzó a cabalgar apoyando sus rodillas sobre mis muslos, para que no moleste la dura madera del ...
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