LAS PAMPAS CHATAS 3 - Relatos Eróticos

LAS PAMPAS CHATAS 3

... tronco. Yo trataba de besar las tetas, globos, areola, pezones. «¡Qué hermoso papi! ¡Mirá!» Mientras la pija entraba y salía del culo, Marilí miraba las estrellas… «Sí, hermoso…» Mucha bola no le daba a las estrellas… Me concentraba más en el placer de sentir la pija frotando el recto, sintiendo como me la “lamía” el ano. Como gozaba al tener en mis labios sus maravillosas tetas… «¡Este momento es único, Dani!» «¡Sin duda tesoro! ¡Inolvidable!» ¿Qué otra cosa iba a decir? Marilí se estremeció. ¡Primara acabada! Yo seguía dándole. En realidad era ella la que se movía. Yo no tenía muchas posibilidades, entre el peso sobre mis muslos y el duro tronco bajo mi culo. Marilí seguía elogiando el cielo cuajado de estrellas, y yo concentrado en mi pija y su culo. No sé si las estrellas tendrían algo que ver, pero ella seguía entusiasmada cabalgando cada vez con mayor energía, hasta que le vino el segundo orgasmo. Allí no me pude contener. Fui yo quien se sacudió y le llené las tripas de semen. «¡Ayayay! ¡Qué lindo! ¡Toda esa lechita se la dedico a las estrellas!» «¡Mi amor! ¡Ahora me quiero mover yo! Parate para que pueda.» Se levantó chorreando y le indiqué el otro lado de los troncos. Lo que sería el “respaldo”. «Apoyate aquí, tesoro, así te la clavo.» Marilí se apoyó con las manos en el tronco y me ofreció el culo. «¡Esperá, esperá! Primero mamala…» «Si, claro.» Se dio vuelta, se agachó y me mamó aceleradamente. Ella seguía tan caliente como al inicio. Unos diez minutos de mamada y ...

... quedó al palo. «Ahora sí, apoyate.» Rápidamente se instaló…, y se la clavé de un saque. «Ahora sí es mejor.» Aunque el mete y saca lo inicié yo, ella pronto se puso al compás de mi pija. Se adelantaba y reculaba una y otra vez a mi ritmo. Con el brazo derecho la abracé a la altura de las tetas y la mano izquierda la dediqué a la concha, entrando y sacando dos dedos al ritmo de la pija. Marilí tuvo un nuevo orgasmo. No había manera de pararla. Seguí con el mete y saca. Trataba de no acabar, tenía que esperar un poco. Pasaron unos quince minutos y ella llegó al cuarto orgasmo. Yo estaba a  punto. ¡Sácate! La enterré con todo. Tuvo que afirmarse bien para no caerse. La acabada mía fue un logro biológico. No sé cómo hice, pero yo también estaba muy caliente, más por el magnífico culo de la nena que por las estrellas. «¡Ay! ¡Me mataste, amor! ¡Qué llenada fantástica! ¡Tenés razón! ¡Siento mejor la acabada!» 
“Cuando sentí el ablande, aunque ella me apretaba con el recto…, se la fui sacando poco a poco. La pija salió acompañada por nuevo derrame de semen. Marilí se pasó la mano por el culo y la llevó a la boca. «¡Dios! ¡Qué rica es!» La di vuelta y fui yo quien se agachó. Marilí levantó una pierna para hacérmelo más fácil. La chupé, besé, y lamí, todo con el mayor placer…, vulva, clítoris, todo. Y… ¡nuevo orgasmo de Marilí! «¡Dios, papito! ¡Me hiciste acabar mil veces! ¡Qué rico!» Con las pocas fuerzas que me quedaban la alcé. La primera vez que lo hacía, fuera de las veces que se ...