-
Disciplinando a mi hijastra
Fecha: 11/03/2022, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: Eros, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... de que vuelva a echarse sobre las mías presentándome su culo en pompa. Nuevamente acaricio previamente sus nalgas por encima de la falda antes de asestarle un azote con todas mis fuerzas y esta vez sí, rápidamente escucho un débil: -Uno. Gracias por preocuparse por mi educación, señor- cómo premio acaricio un poco la nalga que acabo de golpear antes de asestarle otro azote en la otra- Dos. Gracias por preocuparse por mi educación, señor- seguimos un rato entre azotes y caricias hasta que… -Ve… veinte… gra… gracias por… pre.. preocuparse por mi e… educación, se… se… señor…-sus lloros se han incrementado de tal manera que apenas puede hablar, sin embargo, continúa contando los azotes obedientemente, aunque antes de que pueda proseguir con su castigo, trata de cubrirse el culo con las manos y me suplica- para, por favor, ya he aprendido… a partir de ahora me esforzaré más… Cómo respuesta a su súplica, vuelvo a hacerla girar bruscamente de tal manera que pueda verle la cara- ¿Quién te ha dado permiso para hablar? -Nadie, señor… -su cara de arrepentimiento me indica que es consciente de que no va a lograr que le levante el castigo por más que me suplique, pero no contento con esto, cojo otra pinza y la aproximo a su otro pezón, lo que hace que se quede blanca imaginándose lo que se le viene. -Entonces, veamos-digo mientras acaricio con la pinza su vientre y pechos, pero sin llegar a ponérsela-Uno, has vuelto ha hablar sin permiso. Dos, has tratado de oponerte a ...
... un castigo y tres, aún te queda más de la mitad del castigo por cumplir. ¿Qué puedo hacer contigo? -pregunto mientras con mi mano libre amaso el pecho que tiene sin pinza… -Lo que tu quieras, señor-por el tono de voz sé que está completamente derrotada y hará cualquier cosa que le ordene. Por lo que la rodeo con mis brazos como cuando coges a un bebé y dulcificando mi tono le digo: -¿Mi niña está cansada?-ella asiente tímidamente, yo continúo tratando de consolarla – No quiero hacerte daño, pero necesito que aprendas que en esta vida todo tiene consecuencias y si no cumplo con mi palabra no lo harás-y pongo la pinza en su otro pezón, provocando que emita un leve gemido de dolor- pero para que veas que no soy un ogro y como creo que ya has entendido como funciona esto, terminaremos el castigo lo más rápido posible. Dicho esto, la acuesto en el sofá y la ordeno que se ponga a cuatro patas, cosa que hace sin rechistar. -Para tratar de evitar la tentación de volver a evitar el castigo te voy a atar las manos- digo mientras uso su camisa para atarle las manos a la espalda y mientras le pongo una mordaza de bola, en la boca, añado- y para que sea más rápido, ya no hará falta que sigas contando los azotes, ni dándome las gracias por preocuparme por tu educación. Pero en esta vida todo tiene un precio- y mientras levanto la falda sobre su espalda y le bajo las bragas añado- por lo que ahora, perderás la protección de tu ropa- puedo ver como se tensa su cuerpo así que ...