-
Disciplinando a mi hijastra
Fecha: 11/03/2022, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: Eros, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... la crema ya te ha echo efecto y se te ha olvidado lo que pasa cuando no obedeces? El efecto de mis palabras fué inmediato y pude sentir cómo trataba de acercar su boca a mi pantalón, por lo que le permití que comenzase a besar y lamerme la entrepierna inmediatamente, pero sin soltar su cabellera, para poder así dirigir sus movimientos a mi antojo. Sujeta como la tengo, no me cuesta trabajo alejar su cabeza de mis genitales para pasar mi dedo desde la frente hasta su mentón -¿Tienes hambre?- Le pregunto mientras recorro sus labios con mi dedo índice, invitándola a que lo lama con ganas mientras me quito el cinturón, aprovechando para hacerlo silbar a su lado - No temas pequeña, mientras seas obediente y disciplinada, no serás castigada. Parece que mis palabras han hecho efecto, era evidente que no era los primeros dedos que lamía, pero la advertencia, parece haber activado su deseo y se entrega a chupar mis dedos como si no hubiera un mañana. Había comenzado con uno solo, pero pronto tiene mi puño entero en su boca, mientras la observo con satisfacción mientras me bajo los boxer permitiendo que vea mis genitales por primera vez desde que nos conocemos. Inmediatamente deja de lamer y se queda ...
... estupefacta. -¿Algún problema?-pregunto con tono serio. -No, señor- logra responder, mientras se nota que ha quedado en shock. -Pues a seguir comiendo- le ordeno mientras dirijo su boca hacia mi depilada vulva. Rápidamente, comienza a mover su lengua sin saber que hacer, hasta que da con mi vagina e intenta introducirla, por lo que separo su cabeza de mi coño y le indico con tono serio- ¿Me ves con cara de querer ser penetrado? -No, señor- responde consciente de que no me ha gustado lo que ha hecho pero sin saber qué era lo que quería. -Pues se obediente y cómeme la polla- sentencio señalando mi clítoris hipertrofiado a causa de los años de hormonación. -Pero señor, eso es… ¡un clítoris!-logra reaccionar al fin. -Así es, pero si no quieres que te corte esa lengua, no volverás a llamarlo así nunca más. Tu también eres una aspirante a puta y no por eso dejo de llamarte hija. Y ahora, más te vale empezar a comerme la polla si no quieres ver cómo me enfado- finalizo introduciendo mi clítoris en su boca. Se nota que está acostumbrada a comer genitales de todos los tipos y tamaños y para mayor placer, ha heredado de su madre ese movimiento de lengua que me hacía correrme irremediablemente.