Mi esposa agradece a joven constructor - Relatos Eróticos

Mi esposa agradece a joven constructor

... Acercándome vi que se estaban dando picos es decir besos muy cortos. Sandra volteaba la cabeza hacia el lado por el que yo había salido, sin notar que los miraba desde el otro lado. Me detuve, sin saber que hacer viendo otro pico que se daban. Para que no se dieran cuenta que los había visto me regrese para entrar por el sitio donde había salido pensando en lo que había visto. Al acercarme vi que ya no era un simple pico sino un beso. Sus cuerpos unidos lo mismo que sus labios, sabiendo que la lengua de uno de ellos estaría dentro de la boca del otro. Al notar mi presencia apartaron sus bocas mientras yo me hacia el desentendido. Dije me tarde porque había abierta una ventana la cuál cerré. Sandra sonrojada atino a decir amor debiste dejarla abierta pues hace calor. Beto caballerosamente se ofreció a ir a abrirla de nuevo a lo cuál argumente, tranquilo Beto continúen bailando su pieza mientras yo la abro un poco. Ya desde ahí entreabrí un poco la ventana que daba al patio. Me senté mientras la melodía se acababa volviendo a retomar sus asientos uno junto al otro. A estas alturas el trago ya estaba subido en nuestras cabezas, desinhibiendo a Sandra la cuál tomaba de la mano a Beto. Cómo si no notara mi presencia mi esposa le dio un pico a Beto, quién lo acepto. Tal ves efecto del trago mis celos ya no hacían daño, o tal ves sería la compostura que Beto guardaba sin dejar su respeto, la decencia y cultura que expresaba en sus palabras o su actuar, el motivo de curación al menos ...

... momentánea de aquellos celos enfermizos. En ello meditaba yo cuando Sandra se levanto para ir al baño y Beto como un experto galán se levanto primero tendiendo su mano para qué ella se levantase. Este gesto termino por derrumbar mi inseguridad. Al regresar sandra, Beto volvió a levantarse para darle su mano para que ella se sentase, pero Sandra puso sus manos rodeando el cuello de Beto, atrayéndolo suavemente hacia ella y fundiéndose en un ardiente beso. Por su parte el, la tomo por la cintura y al momento de pasar su lengua dentro de la boca de Sandra, la atrajo suavemente hacia el, acoplando sus cuerpos en un abrazo. Desde mi puesto venia como al fundiesen en el beso instintivamente Beto movía sus caderas acercándose  mas al cuerpo de mi esposa. Al terminar aquel dulce pero apasionado beso y al retirar sus cuerpos instintivamente pose mi vista en el pantalón deportivo y elástico de Beto, pudiendo ver su miembro totalmente erecto y perfectamente dibujado a través y por debajo de su pantalón. Era realmente una obra de arte, esa forma muy alargada y escultural, la cuál había apoyado en la barriguita de mi esposa. Estaba muy ensimismado de lo que venia, apenas atinado a decir. Las sillas aquí son incomodas pasemos a nuestra habitación y seguimos bebiendo. 


Esto fue tomado como un buen gesto de mi parte hacia ellos por lo que al punto fue aceptado. Beto condujo de la mano a mi esposa y yo los seguí detrás con las bebidas. Mi esposa se tendió en nuestra cama e invito a Beto ...