HUEVOS REVUELTOS - Relatos Eróticos

HUEVOS REVUELTOS

Al día siguiente Laura no vino. Llamó para decirme que estaría “muy ocupada”. Como había sucedido en otras oportunidades no me hice problema. La nena vendría cuando tenga “ganas”. Y así fue. Al día siguiente, puntualmente, a las diecinueve apareció. Por la hora significaba que cogeríamos toda la noche.
-Vos nunca te hacés problema cuando no vengo. Sabés que volveré. ¡Me tenés agarrada de los ovarios!
-Nunca me hice problema…, y tampoco nunca anduve escarbando en tu pasado…
-¿Te molesta mi curiosidad?
-No, pero no soy igual. Tu vida anterior es cosa tuya. Pero… tu vida actual si me interesa.
-¿Pensás que estoy con otro?
-No. No es eso. Pero… si te pregunto me lo dirás. Soy veinte años mayor. Algo aprendí.
Tampoco te pregunté tu edad. Nunca…
-Tengo 32… 
-Muy bien. Estás en la flor de la vida…, porque vos sos una flor. Hermosísima. Pero te quiero decir que algo conozco de las mujeres,
-Sin duda. ¡Mucho más que yo de los hombres!
Toda esta conversación se daba entre besos y caricias. No era para ponernos límites. Cuando tuviera que terminar… terminará.…
-Y… te quiero decir algo. – Laura se puso seria. - Me preocupa un poco. A mí sí me preocupan ciertas cosas.
-¿Qué pasa?
-Clara me preguntó si podría venir con vos…
-Ah… eso… Me lo imaginaba…
-Qué… ¿qué cosa?
-¿Me vas a decir la verdad?
-Sí, claro. ¿No te la estoy diciendo?
-No me refiero a tu “permiso”. ¡Vos y Clara tienen relaciones!
-¡¿Por qué decís eso?!
-Porque es así. Porque le contás todo lo que ...

... hacemos…, como yo te contaba lo que hacía…, cuando me lo preguntás. Vos también lo hacés… Le contás a Clara todo lo necesario para calentarla…, para calentarse ambas…, como lo hacemos nosotros… ¡y se van a la cama a tratar de hacer lo mismo!
-¡Nooo!
-No me mientas. Lo sé. Sé cómo sos…
-¡No somos lesbianas!
-No. No hace falta. Son amigas, socias, y amantes circunstanciales. Cuando no hay nada en vista…
-¡Te tengo a vos!
-Justamente, para vos no sería necesario el sexo con Clara… Le contás todo para calentarse mutuamente y pasar un rato agradable, sobre todo para Clara, quien en estos momentos no debe tener nadie cerca. ¿Es así?
-Y… si. No tiene a nadie…
-Y vos son tan buena amiga…, y no lo digo irónicamente, sino que de verdad lo sos… No querés que se sienta sola… o que te envidie o tenga rencor… ¡Además a vos te gusta!
-¿Cómo sabes eso?
-Porque, por suerte, no solamente me gustás. Te conozco…, por eso te amo…, porque te conozco…
-Oh, Dani… ¡Me muero por vos!
-No es para tanto, tesoro. El sexo es parte del amor…, aunque puede haber sexo sin amor. Cuando empezamos… no había amor. Solamente sexo, por ambas partes. Pero al ir conociéndote… bueno… surgió…, por lo menos de mi parte. ¿Porque te resulta raro?
-¡Yo también te amo!
-¡Y también a Clara! La querés más que de meramente amiga…
-¡Ella es buenísima! ¡Me ha ayudado tanto!
-¿Ella te pidió “permiso” para acostarse conmigo? ¿O se lo sugeriste?
-No… Bueno…, le dije a Clara… que a vos te gusta ella…
-¿Vos qué sabés? ...