HUEVOS REVUELTOS - Relatos Eróticos

HUEVOS REVUELTOS

... Nunca te dije nada…
-Pero lo sé. Tiene todo lo que a vos te gusta. ¡Las tetas y el culo que te gustan!
-¡Nunca la vi desnuda! ¡Y de la cintura para abajo jamás la vi! ¡Siempre atrás de la ventana!
-¡Yo sí la vi desnuda! Muchas veces…, como vos decís…, y es tal como te gusta. ¡Tan calentona como yo!
-¡Jajaja! ¡Vaya definición! 
-¿Viste que lo sé? 
	Tal como tantas otras veces, Laura se había colocado de espaldas en la cama, levantando las piernas, sosteniéndolas desde las pantorrillas. Unas de las posiciones que más nos gustan. Se la metía tanto por la concha o por el culo, mirándonos a los ojos. Yo me había puesto al palo… ¡pensando en lo bueno que sería cogerme a Clara!
	Entre ¡plaff! ¡plaff! y ¡poff! ¡poff! cogíamos y “conversábamos”…    
-Y… ¡ahh! ¡ahh! ¿acep… ¡ahh!… tás? ¡Ohh! ¡Ahh! – Laura “activaba” una respuesta positiva entre gemidos… - ¿No te ¡ahh!… gustaría… ¡ahh!… cogértela?
	Mientras alternaba entre sus dos orificios, pensaba porque Laura estaba tan interesada en que me cogiera a Clara. ¿Estaría por dejarme y quería que yo tuviera un reemplazo que me “consolara” rápidamente? Yo seguía pensando en lo lindo que sería… 
-¡SÍ! ¡Claro! ¡Cuándo ella quiera! – ¡Plaff! ¡Plaff! No tuve más dudas. ¡Es lo mejor que puede pasar! - ¡Jajaja! ¡Cogiendo con vos me dio ganas de hacerlo con tu amiga! 
-¡ESO! ¡Así me gusta! ¡Vas a ver que lo pasarás fenómeno! – Laura está pensando: “¡lo hace cómo yo!” ¡Eso es lo que quiere! ¡Comparaciones! ¡Para esmerarse cada vez más! – ...

... Ella también… como yo… ¿Me dejás que te haga una cubana?
-¡Claro! – Se la saqué y me corrí arrodillado hasta sus tetas. 
Laura se las agarró y me masturbó con ellas. ¡Estaba a punto! Ella había tenido un par de orgasmos mientras yo alternaba culo y concha. Ahora se preparó para “recibirme” a mí. Con una encantadora sonrisa abrió la boca y sacó la lengua… ¡Allá voy! Conseguí poner el glande sobre la lengua antes del primer chorro. En las sacudidas siguientes, Laurita me apretó con sus labios y terminé de acabar dentro de su boca. Como siempre no desaprovechó nada. Mi semen fue “alimento espiritual” para su estómago. Nos saboreamos en un excitante beso de lenguas. Y… quedamos felices tirados en la cama…
-¿Sabés que rico sabor tiene tu semen?
-Si, lo probé varias veces.
-¿Cómo? ¿Cuándo?
-Cuando adolescente, me hacía la paja sobre la palma de la mano… y luego me la lamía…
-¡Jajaja! ¡Qué práctico!
-Y…, según veía en las revistas porno, las chicas mamaban para tragársela, así que quise saber que gusto tenía… También jugábamos a ver quien mandaba el chorro más lejos. Una manera de asegurarnos que pudiéramos llegar a la boca de las chicas aunque ellas todavía no hubieran querido que le acabáramos dentro. 
-¡Jajaja! ¡Todos unos deportistas! ¡Jajaja! – Laura se divertía con mis comentarios. - ¿Quedamos que Clara puede venir a verte?
-Está bien. La atenderé como corresponde.
-¡Jajaja! Espero que no tan bien como a mí.
-“Todo en su medida y armoniosamente”.
	Al día siguiente ...