1. HUEVOS REVUELTOS


    Fecha: 12/04/2022, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... hacer nada que ella no me pidiera…, pero tal vez eso quedaría para otra ocasión. Me había despertado un deseo tremendo. Era tan voluptuosa y sus ojos, al llegar, tenían tanta pasión y deseo, que no me pude contener. Me levanté, y le saqué pollera, tanga y sandalias. Ahora sí. La paré, la giré y le desprendí el corpiño. ¡Dios! ¡Qué culo maravilloso! ¡Duro y parado! ¡Perfecto! Fui besando su espalda, desde el cuello hasta los glúteos. Abrí los cachetes y metí la cabeza entre ellos, saboreando el hoyito. A todo Clara dejaba hacer, con la cabeza levantada y en éxtasis. La di vuelta, con un par de dedos en el culo. Eso me obligaba a rodear su cadera con mi brazo, y quedé apreciando sus portentosas tetas, grandes y macizas, con apenas esa caída de los globos que tanto me gustan. Le saqué los dedos del ano, y me erguí despacio, lamiendo su vientre, su ombligo…, hasta llegar a los globos. Me dediqué a los mismos, a esa humedad y transpiración de las cuales yo gozaba tanto. Fui a la areola y a los pezones, duros como dedales. Clarita no dejaba de acariciarme todo, estirando sus brazos hasta donde pudiera, espalda, glúteos, pija y huevos. Parecía mil manos. La gire nuevamente, metí la pija entre los glúteos y caminando, con las piernas pegadas, al unísono, como soldados, fuimos al dormitorio. Levaba sus tetas bien aferradas. Ella había puesto sus manos sobre las mías y las apretaba contra sí. Al pie de la cama le indiqué que se acostara. 
    Me abrazó por el cuello y me arrastró con ...
    ... ella a la cama. Tal vez no habían pasado diez minutos desde su llegada. Ya estábamos acomodados para un misionero. Mientras yo la penetraba suavemente en una concha increíblemente cálida y húmeda, Clara me rodeo con sus piernas. Nos besamos apasionadamente y completé la penetración. “Completamos” tendría que decir, pues ella se apretaba contra mi levantando las caderas. Llegado al fondo, con mis testículos apretados contra su ingle, comenzamos el acompasado bombeo, sin dejar de lamernos mutuamente nuestras lenguas. Clara era fabulosa en el coito. ¡Se movía de fabulosamente bien! ¡Absolutamente acompasada! ¡Plaff! ¡Plaff! ¡Plaff! Perfectamente complementada en el entra y sale. Un ritmo perfecto. ¡Con swing! 
    -¡Ahh! ¡Aahh! ¡Sííí! ¡Ay papito! ¡ME VIENEEEEE! - El estremecimiento y la sacudida fue brutal. Sentí los genitales como en una pileta. 
    -Esperá mi amor. Te la saco un poquito…
    -¡No, no, no! ¿Por qué?
    -¡Quiero chupar tus juguitos! ¡Así! ¡Tibios y pastosos! – En realidad yo había notado que venían con un poquito de orina… ¡y calentita es más rica!
    Fui inmediatamente a la vagina y lamí como perro sediento. Cuando la dejé seca, o eso creía yo, repté sobre ella y nuevamente se la introduje. 
    -Papasito…, me gusta mucho como me la chupás…, pero no quiero tenerte fuera de mí. ¡Dios! Ahora que te probé…, no quiero que me la saqués nunca.
    -¡Jajaja! Eso no va a ser posible. ¡Jajaja! A veces se “afloja”…
    -No quiero decir que estés siempre dentro de mi vagina… Podés estar en mi ...