1. Solo una vez


    Fecha: 23/07/2018, Categorías: Sexo en Grupo Autor: dulces.placeres, Fuente: CuentoRelatos

    ... dedos a su sexo, estaba increíblemente mojada, al punto que hasta su esfínter tenía flujo, jugué con mis dedos por un agujero y por el otro, dos falanges se habían colado en su recto, ella solo disfrutaba entregada, hasta que la sentí implorar:
    
    Basta mi amor… me voy a acabar… por favor… cógeme…
    
    No sé por qué lo hice, pero mi decisión fue apoyar mi pija entre sus cachetes y moverme sobre ella como si estuviera cogiéndola, pero solo acariciaba sus agujeros con mi sexo, especialmente el trasero, favorecido por la posición, insistí con ese juego más de la cuenta, pensaba en otras cosas para prolongar el momento y no acabarme, pero Patricia llevó su mano derecha bajo sí misma, levantó más su culo para darse lugar, para masturbar su clítoris, comprendí que era el momento, no duraría mucho más…
    
    Pasé un par de dedos bajo la tanga que le había regalado, solo para correrla hacia su cachete izquierdo y despejar el camino, llegaba el momento de invadir su concha…
    
    Me acomodé un poco en la penumbra, mi pija estaba dura como un mástil, busque de embocar dulcemente su preciosa argolla, pero la proximidad me llevó a su otro agujero, no tuve intención, solo noté mi error al sentir un poco de resistencia en mi glande, ella dijo
    
    No, No, te estás equivocando de agujero…
    
    Pero lo cierto es que no había hecho nada por evitarme o esquivarme, ya estaba en el juego por lo que probé forzar un poco más, Pato se mostró receptiva e incluso acompañó empujando en mi contra, ahí supe que ...
    ... había ganado, su respiración agitada y su gemido casi imperceptible me dejaron saber que iba en el camino correcto, fue solo forzar un poco más el juego para entrar por completo en su trasero, lo sentía apretarme de una manera especial, nos movimos acompasados como olas de mar, ella se mecía con calma acariciando su botoncito, y yo disfrutaba del placer incomparable de hacerle la cola, a medida que pasaban los minutos Pato se fue moviendo con cada vez más vehemencia, al extremo de sorprenderme, nunca había movido así sus caderas, la sentí llegar entre fuertes gritos, las contracciones involuntarias de su enorme orgasmo la obligaban a apretar sobre mi pija su precioso esfínter, perecía que iba a arrancármelo…
    
    Patricia me pidió que la dejara hacer, ahora era yo el que me acostaba y ella se proponía cabalgarme, pasó una pierna a cada lado y mi vista se perdió en sus pechos que aún se ocultaban bajo el sostén, sus pezones estaban duros como piedras, se acomodó y la sentí dirigir mi verga en su culo nuevamente, tomó mis brazos entre sus manos para sostenerlos a los lados de mi cabeza, comenzó a moverse, le llenaba la cola, me quería ver acabar, me iba a hacer llegar al fin, llegaba y ella se movía cada vez con más ritmo, alcancé a mirar su rostro en la oscura penumbra, tenía una sonrisa de ángel, cerré mis ojos cuando comencé a eyacular en su interior, Patricia gemía conmigo, el final perfecto. Los instantes que duró mi orgasmo los recuerdo en mi mente como si ahora lo estuviera ...