El negro, mi nuevo vecino.
Fecha: 25/07/2018,
Categorías:
Gays
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... la boca y lo chupé de lado a lado, como si fuese una chupeta, eso lo enloquecía. Comencé (con el glande aun dentro de mi boca) a dar círculos con mi lengua por toda la cabeza. Sentí cómo me agarró del hombro. Entonces no lo dudé dos veces y me lo tragué hasta donde podía. Obvio no me cupo todo, pero con mi corta experiencia sabía qué hacer para que me entrara un poco más, pero igual no me cabía todo. Empecé a succionar, literalmente, su guebo, porque no dejé espacio para que me entrar ni siquiera aire en la boca, lo chupaba como si fuese lo más rico del mundo. Y lo era. Me tomó del cabello y fue él quien ahora marcaba el ritmo, yo subía y bajaba a su antojo, me lo sacaba de la boca por segundos, y lo lamía de abajo a arriba y viceversa, lo chupaba por los lado, bajé hasta las bolas, y sin dudarlo, me metí una en la boca, él, por primera vez, gimió. Aunque no me cabían las dos, después de un rato, sí pude, y ambas estaban ya en mi boca, qué delicia. Después de un buen rato de estar así, me toma de la cabeza con una mano y me hace tragármelo hasta más no poder, y con la otra mano me tapa la nariz. Por un momento me sentí ahogado, no tenía por dónde respirar, era genial. —Eso, así, así me gusta. —sentenció Me soltó y yo solté más saliva de lo normal. Se levantó de la cama, me desconcertó un poco, pero luego me tomó de los hombros y me lanzó al colchón, quedando yo viendo hacia el techo, me haló hasta dejar mi cabeza en una esquina de la cama, con la cabeza sobresalida del ...
... colchón, y sin pensarlo me lo metió en la boca, así, al minuto, comenzó a cogerme por la boca como quiso, yo casi no podía, me resultaba incómodo, pero decidí darle placer a su gusto, así que aguanté. Hubo un momento en que se detuvo, me vio con lujuria y en seguida supe lo que haría, respiré profundo y me metió el guebo, lentamente hasta donde pudo, y bastante que pudo porque sentí sus bolas tocándome la nariz, pero no duré ni 5 segundos creo, era muy difícil para mí, pero estaba tan excitado que yo hacía lo que él quisiera, LITERALMENTE porque cuando de pronto se puso a buscar encima de su mesita de noche su teléfono yo no entendía nada, luego me dijo que eso era digno de foto, y yo no tenía palabras, en serio, estaba poseído, y acepté a que me tomara una foto con su guebo en la garganta. (GRAVE ERROR, ANOTEN) pero es que como dice mi abuelita: cuando están en la cama no piensan en gente, se les olvida que tienen familia, nada existe. Y bastante razón que tiene, porque yo me dejaba hacer al antojo de ese negro. Aunque quisiera negarme no podía, era algo extraño, no sé si me entienden, era como si en el fondo en ese momento él era mi dueño y amo y yo tenía que hacer lo que él quisiera, en fin. Me lo introduje lo más que pude y tomó varias fotos, lanzó el teléfono en la mesa y siguió, me cogía por la boca como le daba la gana, al principio sí gemía bastante y cerraba los ojos, pero ya después de tanto rato, supongo que se acostumbró, porque luego solo reía mientras veía al techo y ...